Ada Dasí
Valencia
Martes, 8 de febrero 2022, 01:19
La Audiencia Provincial de Valencia ha abierto hoy el juicio oral contra D. R., un hombre de 37 años acusado de matar a golpes a su camello, Marcos H. P. de 51, en su domicilio de Utiel, la noche del 25 al 26 de marzo de 2018. El fiscal pide una pena de 18 años de prisión por asesinato y otros 5 por un delito de robo con violencia en casa habitada, además de una indemnización de 25.000 euros para la hermana de la víctima, como responsabilidad civil.
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La jornada ha comenzado esta mañana con la selección de los componentes del jurado popular que formarán parte del proceso. El acusado, con antecedentes penales por robo con fuerza y hurto, y en prisión provisional desde que fue detenido cuatro días después del asesinato, niega todos los cargos que se le imputan y se ha declarado no culpable, rechazando la pena de 15 años que se le había propuesto.
Según consta en el auto, D. R. en la medianoche entre los días 25 y 26 de marzo de 2018 se presentó en el domicilio de Marcos H. P. para pillar cocaína y estuvieron consumiendo juntos en una habitación habilitada al final del pasillo del primer piso de la vivienda. El hombre era su cliente habitual y le debía dinero después de tratar de pagarle una adquisición anterior con joyas que no eran de oro.
Fue sobre las 2:50 horas de la madrugada del día 26 cuando el acusado, guiado por el propósito de apoderarse del dinero y de la cocaína que sabía que la víctima tenía en casa, le atacó con un instrumento inciso y un objeto contundente.
La agresión comenzó en el primer piso y acabó en la puerta de salida donde el acusado le golpeó el cráneo y la cara contra el marco de la puerta, en el que quedaron rastros. La víctima murió de las nueve heridas ocasionadas en la cabeza, según el forense, aunque también presentaba otra punzante que le fracturó las costillas así como contusiones y erosiones en los codos, antebrazos y nudillos causadas al intentar defenderse.
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Tras el crimen, el acusado se apoderó de parte del dinero y la droga que encontró en el domicilio y huyó del lugar. Fue la novia de la víctima la que encontró el cadáver.
No obstante, en la declaración de D. R. a preguntas del fiscal, ha negado que fuera él quien causó la muerte a su "amigo", que conocía desde los 17 años, y "camello". Según su declaración, Marcos. "se tomó bien" que hubiera intentado pagarle con joyas que no eran de oro y que no fue objeto de disputa entre ellos. Además, ha señalado que se enteró días después de la muerte de su amigo.
El día del crimen, según ha argumentado el acusado, se personó en casa de la víctima hasta en tres ocasiones. Una después de comer, "para pillarle medio gramo" que le dejó a deber. Otra por la noche, tras salir de trabajar en la que "tuvo una conversación sobre las joyas con él y su novia" y se llevó otro gramo, y una tercera, de madrugada, en la que estuvieron solos.
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El fiscal ha centrado su interés en esta última, cuando ambos hombres estaban solos en la vivienda supuestamente consumiendo cocaína. D. R. ha defendido que se personó un hombre, al que no conoce e iba muy tapado para poder ver sus facciones, y lo vio discutir en el pasillo con la víctima, marcando en un plano sus posiciones a petición del fiscal. Además, ha alegado que sufrió una operación de cornea seis meses antes y no ve bien de un ojo.
Según su versión, intentó mediar hasta en tres ocasiones entre ellos y Marcos lo apartó, cuando el desconocido sacó un cuchillo y le dio en el dedo. Tras esto, volvió a la habitación para coger la llave del coche y pasó ante ellos para bajar la escalera y salir por la puerta, dejándolos solos. A preguntas de porqué no denunció, D. R. ha contestado que quería preservar los negocios de su amigo y que pensaba que era por una deuda que tenía.
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En cuanto a la herida ha argumentado que "eso me pasó por tonto o gilipollas por meterme en una discusión que no me tocaba". El acusado no acudió al médico y se curó la herida él mismo, que tuvo que suturar con dos puntos, lo que ha levantado las suspicacias de la acusación. "Soy obrero y suelo curarme las heridas hasta con cemento o poniéndome una cinta", ha justificado, señalando que "no me gusta ir a los médicos".
Respecto a las heridas que presentaba cuando fue detenido, un rasguño en la frente y un arañazo en la mano, ha apuntado que pudo ser cuando su amigo lo apartó de la discusión con el desconocido.
El fiscal ha incidido en las contradicciones que ha cometido el acusado en relación a la declaración que consta en el procedimiento del juzgado de primera instancia e instrucción número 3 de Requena.
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Por su parte, el abogado del acusado centra su defensa en que D. R. era amigo y cliente de la víctima y que presenció la misma noche del asesinato una discusión en el domicilio entre Marcos y otro hombre. Cuando abandonó la vivienda, según ha señalado el letrado, todavía seguía con vida. También ha incidido en la adicción de su cliente a la cocaína.
A preguntas del jurado popular, D. R. ha tenido que explicar porqué borró los mensajes de su exnovia preguntándole por la herida del dedo y porqué no acudió al domicilio de su amigo a comprarle más droga tras aquella noche.
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En días sucesivos declararán 15 testigos aportados por las partes. Además, también prestarán declaración los agentes del Guardia Civil que intervinieron en la investigación y el equipo forense.
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