La Fiscalía pide 40 años para dos acusados de una violación grupal en una discoteca de Valencia

El ministerio fiscal reclama 13 años y medio por cada agresión sexual. Al margen de la que cada uno protagonizó se les pide la condena también como cooperadores necesarios de las otras dos agresiones, castigadas exactamente con la misma pena. En total, más de 40 años de cárcel para I. M. y A. F. Uno de ellos tiene antecedentes por violencia de género.

La investigación no ha sido sencilla. De hecho, los dos únicos acusados, que en su día ingresaron en prisión provisional tras ser identificados por la víctima, fueron puestos en libertad un mes después, cuando la prueba del ADN les exculpó de ser los autores de la agresión sexual.

El principal indicio incriminatorio parece ser la declaración de la joven que no dudó en reconocerlos a la salida de la discoteca y más tarde ratificó esa misma identificación en sede judicial, durante una rueda de reconocimiento.

Al margen de los delitos sexuales, la Fiscalía reclama otros dos años de cárcel para cada uno por las lesiones psíquicas que sufre la joven. El trastorno causado tras estos hechos le obliga a tratamientos terapéuticos y en la actualidad padece un grave estrés postraumático. De hecho, el médico forense aconseja que reclame por videoconferencia.

El relato de hechos de la joven resulta espeluznante. Uno de los acusados le dijo que un amigo necesitaba ayuda, le dio la mano y la llevó del pasillo al interior de los baños. Allí aguardaban los otros tres compañeros que acorralaron a la víctima en una esquina.

Uno de ellos se encargó a de apretar a la joven contra la pared mientras los otros se aprovechaban para abusar de ella. Para evitar que se escapara le pisaban los pies, según el escrito de calificación. Por último, el cuarto de los participantes, desde la puerta, llamaba a la calma ante los gritos de la joven: «No pasa nada, es la novia de un amigo», respondía.

A continuación, los tres agresores cogieron a la víctima del pelo y la introdujeron en una de las cabinas de los baños. En ese momento, «comenzaron a darle bofetadas» y la tiraron al suelo. Fue allí, ante la ausencia de otros usuarios de las instalaciones, cuando los tres le obligaron a que realizara una felación y más tarde fue penetrada en dos ocasiones. Antes de abandonar el cubículo, zancadillearon a la joven, que se quedó en el suelo del baño mientras los cuatro agresores salían de las instalaciones. De inmediato, localizó a una amiga y le contó lo que había sucedido. La Policía se desplazó al lugar y procedieron con las detenciones.