Urgente Un incendio en un bingo desata la alarma en el centro de Valencia y deja 18 atendidos por humo
Dispositivo policial en la puerta de urgencias del Hospital de Gandia, junto a familiares de las víctimas en una zona precintada. Rocío escrihuela
Tribunales

Los Frasquitos contra los Chatos, juicio de alto riesgo en Valencia

  ·

Once acusados de la reyerta mortal entre clanes que dejó un muerto y cinco heridos en Gandia se enfrentan a penas de hasta 24 años de cárcel ante un tribunal popular

Domingo, 18 de abril 2021, 00:25

Fue uno de los días más sangrientos de la historia criminal de la Comunitat. Un martillo percutor, porras, bastones, cuchillos, navajas y hasta una hoz confluyeron, en manos de quienes los empuñaban, en una reyerta ocurrida el primer día de octubre de 2017, en Gandia. El resultado de ese fatídico encuentro entre Los Frasquitos y Los Chatos se saldó con la muerte de un hombre de 37 años y cinco heridos, según la Fiscalía.

Publicidad

Ahora llega la hora de la justicia para ese homicidio que costó la vida a uno de los implicados, Antonio G. M., tras ser brutalmente acuchillado y arrollado por un vehículo. Así lo cree el fiscal encargado del caso, que acusa a tres hombres del crimen y a otros dos de las lesiones a cinco participantes. Pide 22 años de cárcel para los sospechosos del homicidio y 8 para los procesados por tentativas. Además, uno de los acusados por el fiscal carga culpas en el proceso contra otro amplio grupo de familiares, con lo que, en suma, son once los acusados que se sentarán en el banquillo enfrentados a penas de hasta 24 años de prisión.

Un tribunal popular enjuiciará el caso el mes que viene ante un importante dispositivo policial en la Ciudad de la Justicia. Y es que la tensión entre los clanes enfrentados no ha cesado desde aquel día, de ahí la necesidad de un refuerzo en la seguridad.

¿Qué desató semejante violencia en la calle Perú de Gandia? Según el fiscal, Frasquitos y Chatos ya arrastraban «ciertos conflictos» alimentados por «discusiones e incluso agresiones». Aquel día dos de los ofendidos «acudieron al encuentro de los otros provistos de bastones y una navaja de 36 centímetros». Los visitados por estos hombres ya se lo temían. Según el acusador, Antonio y sus hijos habían hecho acopio de «una broca de martillo percutor, un bate, una maza metálica, bastones, una hoz y un cuchillo de 39 centímetros».

El reloj marcaba las 13.30 horas. Casi no hubo palabras y el conflicto se zanjó entre gritos, golpes y un torbellino de cuchilladas, «una agresión mutua entre las seis personas» que término de forma trágica.

Publicidad

Capitos contra Pachangas, el tiroteo impune

Tres hermanos muertos, un sospechoso, pocas pruebas, muchas contradicciones y ningún culpable. Así puede resumirse el enfrentamiento ocurrido en Alicante entre dos clanes rivales, los Pachanga y los Capito. Ocurrió en 2002 y se trata del antecedente más sangriento antes de la mayor matanza en este tipo de crímenes. Fue en Alzira, en 2006, con cuatro víctimas mortales.

El de Alicante fue un caótico tiroteo en el que participó un número indeterminado de personas. La justicia logró imputar a un sólo hombre: Juan G. J., líder de los Pachanga. Sin embargo, la Audiencia de Alicante no encontró pruebas suficientes para atribuirle la matanza y lo absolvió. La conclusión del tribunal fue un cristalino ejemplo de las enormes dificultades probatorias en estos lances sangrientos: «Lo único constatado es que se produjo un tiroteo entre quienes fueron a reclamar una deuda, miembros de los Capito y personas cercanas al acusado, entre ellas este último». Mar de dudas y caso sin condena.

Publicidad

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad