La Policía busca al autor de tres disparos en el barrio de La Coma

La única prueba de lo sucedido eran tres casquillos de 9 milímetros en el parque situado cerca del lugar. Pero no han encontrado ningún indicio de que hubiera ningún herido de bala, ni rastros de sangre por el suelo que hiciera pensar que hay alguna víctima mortal. Posteriormente, los agentes se han dedicado a cachear a varios sospechosos, de etnia gitana.

Al parecer, el ambiente ya estaba caldeado en el barrio de La Coma Mas del Rosari desde este viernes 21 de abril. Todo fruto de un enfrentamiento entre dos clanes de etnia gitana. Los testigos que se encontraban en el lugar de los hechos han podido describir a los agentes cómo iba vestido el presunto autor de las detonaciones. Pero ha conseguido huir antes de que pudieran detenerlo.

No es el primer ni último incidente similar. Echando la vista atrás, en los últimos años ha habido varios crímenes como desenlace de los enfrentamientos entre clanes de etnia gitana. El de 25 noviembre del año pasado, los agentes de la Policía Nacional detuvieron en Torrent a seis personas de entre 21 y 64 años, todos ellos miembros de una misma familia, como presuntas autoras de un delito de tentativa de homicidio, tras al parecer disparar contra la casa de otros familiares. En este caso, la disputa se produjo entre personas del mismo clan.

Sin olvidar que la tragedia que tuvo lugar en noviembre de 2021, cuando un tiroteo por una venganza entre dos clanes rivales se saldó con dos muertos y un herido en el cementerio de Torrent. Uno de los fallecidos era un anciano de 79 años que recibió una bala perdida, cuando un miembro del clan de los 'Bocanegra' disparó con un arma corta contra dos hombres de una familia con la que mantenía un despiadado enfrentamiento desde hace años. El hombre mayor fallecido era totalmente ajeno a las disputas entre los clanes. Recibió la bala por error mientras acudía en el día de Todos los Santos a visitar a un familiar fallecido.

La otra víctima de estos enfrentamientos fue un hombre de 45 años, Antonio G. G., que murió tras recibir varios disparos. También el hijo del fallecido, Pedro G. C., de 20 años en el momento de los hechos, resultó herido de bala en una pierna y fue trasladado al Hospital General. Según declararon los testigos, los cuatro miembros del clan de los 'Bocanegra', un padre y su tres hijos, coincidieron en la misma calle del cementerio con cuatro familiares del grupo rival conocido como los 'Marco', y tras un cruce de miradas desafiantes e insultos, un individuo del primer clan de etnia gitana disparó a Antonio G. y a su hijo. El fallecido intentó defenderse con un paraguas, y a su hijo.