Investigan otros dos asaltos en Corbera y El Romaní de la banda que maniata y atraca a ancianos

La banda de ladrones que maniata y roba a personas mayores en sus domicilios ha cometido otros dos asaltos en los últimos días en una vivienda en las afueras de Corbera y una casa de campo en la pedanía de El Romaní en Sollana. La Guardia Civil atribuye estos dos atracos al grupo de delincuentes encapuchados que atemoriza desde hace tres meses a los vecinos de las pedanías del sur de Valencia.

Según las investigaciones, todo parece indicar que detrás de todos los robos está la misma banda. Tras la oleada de asaltos en La Punta, Pinedo y Castellar, la Guardia Civil y la Policía aumentaron los controles en las pedanías de Valencia, lo que habría llevado a los ladrones a elegir otros municipios, con menor vigilancia policial, para cometer los atracos con el mismo método.

Además de las personas que sufrieron los asaltos en las afueras de Valencia, vecinos de avanzada edad que residen en Corbera, Llaurí, Benimuslem y Sollana, concretamente en la pedanía de El Romaní, han sido atracados en los últimos días en sus domicilios, al parecer, por el mismo grupo de individuos encapuchados.

En la localidad de Corbera, la banda asaltó la semana pasada la casa de un hombre de 57 años. Los ladrones forzaron la ventana de la cocina e irrumpieron en la vivienda sobre las tres y media de la madrugada. Tras golpear y atar a la víctima, registraron las habitaciones y se apoderaron de una pequeña cantidad de dinero y dos relojes. Los delincuentes robaron también el coche del vecino de Corbera, un Audi A3, y lo abandonaron en la localidad de Albal.

Un hombre de avanzada edad y su cuidadora sufrieron otro asalto en la madrugada del lunes en la pedanía de El Romaní. Los ladrones encapuchados ataron con un cable de teléfono a la mujer, registraron la casa y se apoderaron de un exiguo botín en dinero y joyas.

En los robos que la Guardia Civil y la Policía atribuyen a la banda, las víctimas son personas mayores y fueron despertadas a golpes por tres o cuatro ladrones encapuchados. Visten ropa oscura, trepan por las fachadas con facilidad, fuerzan ventanas o se cuelan en las casas por los tejados.

Roban dinero, joyas y hasta una dentadura con una pieza de oro, como hicieron en uno de los primeros robos que cometieron en una vivienda de Castellar. Luego escapan campo a través, saltan acequias y corren por caminos hasta que desaparecen en la oscuridad de la noche.

El pasado 24 de marzo, cuatro individuos encapuchados agredieron y ataron a los tres moradores de una vivienda en Benimuslem, un matrimonio y su hijo, para robarles dinero y joyas. Los asaltantes agredieron al cabeza de familia y le rompieron un dedo de la mano a su hijo.

Tras obligar a las víctimas a acostarse boca abajo en sus camas, las amordazaron y registraron la casa. Los delincuentes cometieron el robo de noche, cerraron la puerta con llave para ganar tiempo en la huida y luego escaparon en el vehículo de uno de los moradores de la casa asaltada.

La Guardia Civil y la Policía Nacional atribuyen a la misma banda una quincena de robos en los últimos tres meses en las provincia de Valencia. En la madrugada del pasado sábado, los ladrones golpearon a una anciana de 92 años y a su hijo discapacitado psíquico, de 67 años de edad, para robarles las joyas en una vivienda en la calle del Pou en Llaurí.

El asalto tuvo lugar entre las cuatro y las siete de la madrugada después de que tres individuos encapuchados se colaran en el corral de la casa tras descolgarse desde el tejado. Los delincuentes entraron en los dormitorios de la anciana y su hijo y los despertaron a golpes a pesar de que no ofrecieron resistencia.

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