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La Guardia Civil trata de localizar al presunto pirómano de El Saler, J. C., el hombre que ya fuera detenido y puesto en libertad por ... los incendios en el parque natural del año pasado. El objetivo, volver a interrogarle por los dos últimos fuegos acaecidos hace unas semanas en el paraje natural.
Tal y como ha podido saber LAS PROVINCIAS, alrededor de una decena de agentes ha acudido esta mañana al apartamento que el abogado posee en el Saler. El objetivo, entregarle una citación para que el hombre vuelva a comparecer en las dependencias de la Comandancia de Valencia y que los especialistas del Seprona le tomen declaración por lo sucedido.
La presencia de los guardias civiles ha alertado a los vecinos. Aunque algunos de ellos han apuntado que los agentes iban a proceder a hacer un registro del piso, lo cierto es que la intención de los investigadores era localizar a J. C. para que acudiera a dependencias de la Benemérita. Por ahora no han dado con el sospechoso.
Los agentes han llamado a la puerta y, al no obtener respuesta de nadie, han solicitado una orden judicial para acceder al inmueble. Dentro se han encontrado la vivienda vacía, por lo que continúan las gestiones para localizar al abogado y entregarle la citación.
A última hora de este miércoles, la Guardia Civil seguía sin localizar al vecino de El Saler para hacerle entrega de la citación para que comparezca de nuevo ante la Comandancia de Valencia.
El abogado acusado de provocar varios incendios en el paraje de El Saler ya acudió ala semana pasada al juzgado de Instrucción número 7 de Valencia a declarar de manera voluntaria. El investigado aseguró que no es él el autor de los últimos fuegos que se han producido en el paraje.
También reconoció que en la fotografía que le tomaron los vecinos llevaba una garrafa de 10 litros de parafina pero, según manifestó, suele comprarla para la estufa de su casa. Alegó que los agentes deberían haber visto la estufa en el registro domiciliario, que estaba visible y situada al final del pasillo.
En el horizonte del caso, una prueba crucial: determinar si el incendio que afectó hace unos días a El Saler y que obligó a desalojar a decenas de vecinos de los apartamentos cercados por las llamas, se inició por el uso de parafina. Esta era la sustancia que contenía la garrafa vacía intervenida por los agentes del Seprona a los pies de la torre de viviendas en la que reside el sospechoso. El resultado del análisis aún está pendiente de llegar a manos de los investigadores. Ello podría establecer un posible nexo entre la parafina y el presunto pirómano, aunque este niega todos los cargos y se aferra a su coartada: la estufa de parafina que dice poseer en su apartamento.
Hay otro extremo por aclarar. Un vecino de la zona sitúa a J. C. cerca de otro conato de incendio detectado días antes del fuego que causó los desalojos. Ocurrió el 14 de enero de 2024 y afectó a una zona de cañar. El testigo declaró en el juzgado de instrucción número 7 de Valencia que había visto al abogado acusado de provocar las llamas «sin ninguna duda» en el lugar de los hechos.
Lo situó en un coche color gris similar al que poseía el hombre acusado y liberado de otros dos incendios de hace años. El abogado interpuso otra coartada. Aseguró que ese turismo lo había vendido antes de ese momento. Los vecinos lo ponen en duda. Aseguran que lo sigue poseyendo e incluso han hecho fotos de este vehículo aparcado bajo el apartamento del abogado. Será la Guardia Civil la que deba esclarecer la realidad de los hechos.
En su descargo, durante su comparecencia voluntaria ante el juez que lleva el caso, el sospechoso también aseguró que el día en el que comenzaron las llamas debía estar en su domicilio sobre el mediodía o a punto de llegar a su trabajo desde la Ciudad de la Justicia de Valencia. Otra de las líneas de su defensa es que cuando regresa a su domicilio siempre lo hace por la autovía y no por la zona en la que se produjo el fuego.
En este extremo, las investigaciones de la Guardia Civil pueden ir encaminadas a ejecutar una triangulación de la señal GPS del teléfono móvil. Ello puede determinar dónde se encontraba el teléfono cuando se produjeron los incendios y si eso corrobora o no la versión del vecino de El Saler.
Como ya publicó LAS PROVINCIAS, cuando los agentes del Seprona accedieron a su domicilio en octubre, descubrieron que tenía en casa casi 150 mecheros y más de 250 balas de tres calibres distintos. Ello no es ninguna prueba en su contra, pero sorprende. El presunto pirómano fue arrestado el pasado 25 de octubre. Se trató de la tercera vez que lo detenían por hechos similares. Ya lo acusaron en los años 2000 y 2005 de causar incendios, pero quedó absuelto de estas causas y en libertad.
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