La búsqueda de Marta Calvo en el pozo finaliza sin éxito

Unos 30 guardias civiles participaron ayer en el operativo de búsqueda del cuerpo de Marta Calvo en un pozo y sus alrededores en el término de Senyera. Los investigadores, un equipo de buzos y otro de especialistas en rescates de montaña se desplazaron a primera hora de la mañana a la zona donde una mujer vio a un sospechoso junto a un coche con el maletero abierto.

Tras tomar declaración a la testigo, la Guardia Civil delimitó una nueva área para inspeccionar el pozo de unos 20 metros de profundidad, un diámetro de menos de un metro y un nivel de agua de 10 metros, así como dos casas en ruinas y varias acequias, entre otros posibles lugares donde Jorge Ignacio P. J., el presunto asesino de Marta Calvo, Arliene Ramos y Lady Marcela, podría haber ocultado el cadáver de la primera joven.

Un operario abrió un agujero con una maza en la pared de la caseta del pozo donde hace un año se encontraba la puerta. Una vez dentro de la instalación agraria, los especialistas de la Guardia Civil han levantado una reja para inspeccionar el terreno perforado.

Los agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) y los buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) tenían previsto instalar un dispositivo mecánico de tracción con cuerda, como el que utilizaron para rescatar el cadáver de Wafaa Sabbah, en el caso de que hubiera sido necesario descender hasta el fondo del pozo.

Pero las imágenes grabadas con una cámara subacuática, que un agente ha acoplado a una vara larga, han permitido reconocer el terreno perforado sin detectar ningún cuerpo ni objeto extraño. Tras finalizar el operativo de búsqueda sobre las 11.30 horas de la mañana, los guardias civiles se han retirado y un operario ha tapiado otra vez la puerta de la caseta. 

La nueva zona de búsqueda se encuentra en el término de Senyera, pero cerca del vertedero ilegal y la cantera que ya rastrearon medio centenar de agentes en septiembre en el paraje de Font Amarga en Villanueva de Castellón.

Los guardias civiles inspeccionaron también los alrededores de la caseta, aunque centraron la búsqueda en el pozo al considerar la posibilidad de que el asesino hubiera escondido el cuerpo en este lugar cercano a la vivienda que alquiló en Manuel, donde murió y despareció Marta el 7 de noviembre de 2019.

Los expertos en telecomunicaciones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil elaboraron un informe con los datos de geolocalización del teléfono móvil del presunto asesino para reconstruir todos los movimientos que realizó la noche del crimen y el día posterior.

Los investigadores sospechan que el narcotraficante pudo deshacerse del cadáver en algún lugar recóndito pero cercano a la casa de Manuel donde residía cuando mató a la joven. El pozo donde la Guardia Civil ha buscado el cuerpo de Marta se encuentra cerca de las ubicaciones del teléfono del presunto asesino en serie.

La mujer que vio a un sospechoso cerca del pozo recuerda también el día del avistamiento, el 12 de noviembre de 2019, y la hora aproximada (sobre las once y media de la mañana) porque acudió a un reconocimiento médico en Xàtiva. El coche del individuo invadía el carril del sentido contrario de circulación, ya que en ese punto el arcén es muy estrecho, y el vehículo estaba parado con el maletero abierto muy cerca de la instalación agrícola, que no se utiliza desde hace siete años.

Cuando la mujer vio al sospechoso, los medios de comunicación aún no habían informado de la desaparición de Marta, pero la Guardia Civil ya buscaba al presunto autor del crimen tras identificarlo como el último hombre que había estado en su vivienda de Manuel con la joven. En esa fecha, la caseta no estaba tapiada y era frecuentada por indigentes.

• Temas
• Marta Calvo Burón