Un agricultor encuentra muerta a una mujer en una acequia de Massarrojos

La Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer la muerte de una mujer de 43 años, Olga P. F., cuyo cadáver fue hallado el martes por un agricultor en la Real Acequia de Moncada cerca de la estación de metro de Massarrojos. El cuerpo estaba hinchado tras permanecer mucho tiempo en el agua y se encontraba atascado en una compuerta. Los agentes de la Guardia Civil y el forense no hallaron signos externos de violencia en el cadáver ni en la ropa de la víctima, pero el resultado de la autopsia aún no ha trascendido.

La víctima fue vista por última vez sobre las 21.30 horas del pasado sábado en el barrio de la Malvarrosa en Valencia. Una de sus hermanas acudió el martes por la mañana a una comisaría de la Policía Nacional de Valencia para denunciar su desaparición, aunque la Guardia Civil de Moncada se hizo cargo de las primeras investigaciones al aparecer el cadáver en su demarcación.

Un equipo de buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil de Valencia se desplazó al lugar y sacó el cadáver del agua con sumo cuidado para no destruir ninguna prueba. La mujer llevaba dos bolsos colgados con algunos objetos personales y 20 euros, pero los investigadores no encontraron su teléfono móvil.

Tras cotejar los datos de la víctima con los de las denuncias por desapariciones presentadas en los últimos días, la Guardia Civil halló coincidencias con una de ellas y logró identificar a la mujer de 43 años. La hermana de Olga la reconoció también por las fotos de los tatuajes y los objetos personales que le mostró un agente.

La víctima residía en la pedanía valenciana de La Torre. Su familia considera extraño el lugar donde apareció el cadáver y piensa que alguien pudo haberla trasladado en un vehículo a Massarrojos, aunque se desconoce el lugar donde la mujer cayó o la arrojaron a la Real Acequia de Moncada, que discurre con gran caudal por varios municipios de la provincia de Valencia.

Los investigadores tomaron ayer declaración a varios familiares y amigos de la víctima para tratar de reconstruir sus últimas horas de vida. Uno de ellos manifestó que el domingo vio en su teléfono una llamada perdida de Olga que recibió sobre la una y media de la madrugada.