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J. Martínez
Valencia
Miércoles, 3 de julio 2024, 14:47
Una joven de 27 años de edad resultó herida muy grave al precipitarse desde un tercer piso tras discutir, al parecer, con su hermano en el domicilio donde ambos residen en la calle Conde de Torrefiel en Valencia. El suceso tuvo lugar sobre las diez de la noche del martes en extrañas circunstancias que investiga la Policía.
Según los indicios hallados en la vivienda, la joven podría haber sufrido una caída accidental cuando sujetaba varias prendas de ropa con pinzas en un tendedero, aunque los investigadores no descartan otras hipótesis.
La víctima sobrevivió a la caída, pero sufrió lesiones muy graves en la cabeza y otras partes de su cuerpo. Tras ser rescatada por los bomberos, la joven fue asistida por un equipo del Servicio de Ayuda Médica Urgente (SAMU).
Los sanitarios intubaron a la víctima para permitir la entrada de aire en sus pulmones y la trasladaron con urgencia al Hospital Universitario y Politécnico La Fe, donde quedó ingresada en estado crítico, según informaron fuentes médicas.
El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Valencia se ha hecho cargo de las investigaciones para esclarecer las circunstancias en las que se produjo el suceso. Los primeros policías que entraron en la casa de la víctima no hallaron indicios criminales.
Un equipo de Policía Científica realizó una minuciosa inspección en la habitación donde discutieron los hermanos. Los agentes encontraron las láminas de una ecografía de embarazo junto a otros objetos personales de la víctima, por lo que peguntaron a su hermano si habían discutido por los resultados de la exploración médica.
Tras recibir el aviso de la caída de una joven desde un tercer piso, varias patrullas de la Policía Local y Policía Nacional, una ambulancia del SAMU y un equipo de bomberos acudieron con urgencia al lugar para auxiliar a la víctima. Tardaron muy pocos minutos en llegar a la calle Conde de Torrefiel.
Poco antes, dos vecinos del edificio habían llamado al teléfono de emergencias 112 para pedir una ambulancia. Temían por la vida de la chica, que estaba tendida en el suelo en posición decúbito supino (boca arriba) junto a un charco de sangre, pero no podían prestarle auxilio porque la propietaria de la planta baja no estaba en su domicilio.
Según informaron fuentes del Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU), el primer aviso del suceso se recibió sobre las diez de la noche.
Dos policías locales y un sanitario treparon por la pared medianera de la vivienda contigua para acceder al patio interior donde se encontraba la joven. Uno de los bomberos tuvo que derribar un muro a golpes con una maza para rescatar a la víctima. Era la única forma de poder sacar a la víctima en una camilla para trasladarla en la ambulancia con urgencia al hospital. Su vida pendía de un hilo.
Mientras los bomberos y sanitarios se afanaban en el auxilio a la chica, los policías realizaban las primeras averiguaciones en el edificio para esclarecer los hechos. Los agentes hablaron con el hermano y el padre de la joven. El primero de ellos estaba en la casa, pero su testimonio no arrojó luz sobre las causas de la caída.
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