La Policía Nacional ha logrado ya esclarecer la grave agresión que este sábado 7 de mayo sufrió un joven de 18 años de edad en pleno centro de Valencia. Los agentes han arrestado a tres sospechosos, dos de 19 años y uno de 20, como presuntos autores del apuñalamiento a la víctima, según ha podido saber este diario de fuentes próximas a la investigación.
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A tenor de las pesquisas policiales, los hechos sucedieron sobre las cuatro y media de la madrugada de este sábado 7 de mayo, en la confluencia entre la Plaza de España y la calle San Vicente de la ciudad. Las primeras alertas sobre el incidente hablaban de un enfrentamiento con una veintena de jóvenes implicados.
Tras conocer lo sucedido, y después de recibir varios avisos de testigos, agentes de la Policía Nacional se presentaron en el lugar y solicitaron al 112, el teléfono de Emergencias de la Generalitat, una ambulancia urgente para asistir a la víctima. Al parecer, presentaba una cuchillada en el pecho. Cuando llegaron los policías todos los participantes en la pelea se habían dispersado y en el lugar sólo quedaba la víctima.
En el lugar se presentó una ambulancia del Servicio de Ayuda Médica Urgente (SAMU). El equipo sanitario prestó los primeros auxilios al herido, un joven de 18 años. Después fue evacuado en una ambulancia al Hospital La Fe de Valencia.
Según ha podido saber este diario, la víctima sufrió una perforación de pulmón, pero gracias a los médicos ha logrado salvar la vida y se recupera favorablemente.
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A la llegada de los agentes todos los participantes en el enfrentamiento se habían marchado por las calles próximas. Numerosos agentes peinaron con sus patrullas las calles del centro de la ciudad en busca del autor o autores de la agresión, ocurrida muy cerca de la sede de la Jefatura Superior de Policía de la gran vía Ramón y Cajal.
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Los investigadores han podido establecer que el grupo agresor estaba formado por unas siete u ocho personas, de las que tres ya han sido localizadas y arrestadas gracias al trabajo de los agentes de Policía Judicial de la Comisaría de Abastos. Una de ellas arrastra antecedentes delictivos.
Según el último balance de criminalidad del Ministerio del Interior, la Comunitat Valenciana registró en 2021 más de 2.400 delitos de lesiones y riñas tumultuarias como la sucedida el sábado en la plaza de España. Este delito ha ascendido un 40% respecto al año anterior, como muestra la estadística gubernamental.
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En la siguiente madrugada, la del domingo 8 de mayo, el centro de Valencia volvió a ser escenario de una agresión de pandilleros. En esta ocasión, dos jóvenes hermanos fueron abordados por una docena de personas, muchas de ellas menores, que les propinaron puñetazos, patadas y golpes en la cabeza con una botella de cristal. La Policía Local de Valencia consiguió arrestar a tres de los sospechosos.
Los hechos sucedieron sobre las tres de la madrugada. Las víctimas, de 21 y 19 años, se presentaron en el retén de la Policía Local de la calle San Miguel y describieron el violento asalto que acababan de padecer a menos de 300 metros de la sede policial.
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Según han denunciado, un numeroso grupo de menores se les aproximó para pedirles un cigarro. Como las víctimas se negaron, todos comenzaron supuestamente a propinar puñetazos y patadas a las víctimas y a lanzarles amenazas de muerte. «Os voy a matar», llegó a escuchar uno de los agredidos por parte de uno de los participantes que portaba un cuchillo.
Tal y como lamentó el mayor de los hermanos, esa misma persona le golpeó con una botella de cerveza en la cabeza, lo que le causó una brecha por la que recibió puntos de sutura tras ser atendido en el Hospital General de Valencia. Cuando las víctimas estaban en el suelo entre golpes de la multitud sustrajeron al chico de 19 años el teléfono móvil que portaba en su pantalón.
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De inmediato, la Policía Local organizó un dispositivo en busca de los autores. Con ayuda de las cámaras de seguridad instaladas en la zona detectaron a un amplio grupo de jóvenes que corría por la calle Corona.
Finalmente, tres de los sospechosos fueron interceptados y reconocidos como autores por parte de las dos víctimas. Además, uno de los agentes que participó en el despliegue logró localizar el cuchillo en el suelo, con unas manchas de sangre. Los sospechosos, de entre 14 y 16 años, fueron entregados en dependencias de la Policía Nacional.
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Uno de los detenidos portaba un teléfono móvil. Tras varias gestiones, los agentes comprobaron que se lo habían robado a una joven justo un día antes, este sábado 7 de mayo. Según la propietaria, una joven de 16 años, su celular desapareció después de que se le acercara un joven cuando estaba sentada en el sofá de un local de la calle Corona. El aparato recuperado está valorado en 800 euros.
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