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EFE / REDACCIÓN
Valencia
Lunes, 4 de junio 2018
El cabo de la Guardia Civil de Carlet Raúl Blázquez, que este domingo participó en el rescate urgente de tres ancianos, ocupantes de un coche en un campo anegado en Alginet, recordó un consejo de su padre, que era bombero, en su decisión de atarse una cuerda a la cintura y subirse al vehículo. La cuerda fue proporcionada por agentes de la Policía Local de Alginet, los primeros en llegar al lugar y cuya actuación fue clave en el heroico salvamento.
«Fue todo muy rápido», ha señalado Blázquez este lunes en una rueda de prensa donde ha añadido: «Al llegar al sitio vimos el coche hundido, los bomberos no habían llegado todavía y de repente apareció una cuerda -aportada por los policías locales, tras recibirla de un agricultor de la zona-. Decidimos amarrarla y subir al coche«, todo ello tras unas lluvias torrenciales que inundaron campos y carreteras de la provincia de Valencia.
El agente ha señalado asimismo que, tras romper la luna del vehículo, decidieron sacar en primer lugar a la mujer que viajaba en la parte de atrás, «que estaba inválida», luego al conductor y por último al tercer ocupante, todos ellos de edad avanzada.
«Me subí al capó y de ahí al maletero. Intenté entrar por la luna trasera, pero se hundió la bandeja y resultó imposible», y para evitar la «inminente muerte de la mujer», rompieron la ventana y la sacaron.
Blázquez ha asegurado que estaban «nerviosos», como en estado «de shock», y les costaba articular palabra, por lo que él intentó tranquilizarles aunque, según ha apuntado, sin éxito.
«El coche cayó de la carretera y donde se encontró había un metro de altura y bastante corriente -de agua-, era una zona de vaguada y por el coche pasaba toda la corriente. Por eso decidimos enganchar una cuerda a la cintura, y finalmente salió todo bien», ha agregado.
«Desgraciadamente hace unos meses un compañero en Sevilla murió arrastrado por la corriente en una acción similar, y en ese momento mi padre, que también es bombero, me aconsejo que en una situación así me amarrara una cuerda a la cintura», ha relatado.
Por su parte, la agente de la Guardia Civil Esther Fernández ha explicado que para el resto de efectivos que colaboraron fue también complicado.
«La corriente nos empujaba y teníamos que subir a la mujer mojada, pero al final la sacamos y la mujer, muy asustada, me dijo que se había preparado porque pensaba que se moría, porque el agua le llegaba al cuello», ha relatado Fernández.
El agente de la Guardia Civil David Gaena, que también participó en el rescate, ha afirmado que «el agua bajaba con bastante fuerza», tanta que «pudo mover el coche», que no se movió más porque lo frenó un árbol. «Esa fue la suerte que tuvieron», ha apuntado.
«Es una de las situaciones más bonitas que se pueden vivir en este trabajo», ha añadido Gaena.
El también guardia civil Juan García ha aseverado que en la academia de la Benemérita les explican cómo reaccionar en ciertas situaciones, «pero hasta que no te encuentras con ellas, no sabes cómo reaccionar realmente. En esta ocasión salió bien», y ha apuntado la importancia de «actuar rápido y con coraje».
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