La pregunta a la que tendrá que responder el Tribunal del Jurado es si Juan S. tenía planeado matar a su novia Mónica o si se le disparó la pistola por error en un trágico accidente. Las acusaciones lo tienen muy claro: el acusado tenía la intención de matar a su novia. No era el primer episodio de violencia que ocurría en aquella relación antes de que Mónica perdiera la vida en marzo de 2020.
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La hermana de la víctima sabía que la maltrataban. Mónica estuvo ingresada en el hospital un año antes de que se produjeran los hechos «porque su novio le había dado una patada en la barriga que le había generado un aborto». Su familia intentó mil veces que cortara la relación con Juan S., la hermana de la fallecida cuenta que ella tenía dependencia emocional.
«Mónica tenía miedo de él. La noche en la que la ingresaron me dijo: 'Este hijo de puta casi me quita la vida'», relata la hermana de la víctima. Su padre también sabía lo que ocurría en aquella casa en la que vivía su hija y el acusado en Castelló, un pueblo en la provincia de Valencia. El hombre ha contado que Mónica decía que le pegaba. También la vieron con moretones en el rostro.
El acusado ha comenzado a declarar, pero su testimonio se ha visto interrumpido ya que el Presidente del Tribunal ha solicitado la grabación de la reconstrucción de los hechos por discrepancias entre el planteamiento de la fiscal y del abogado de la defensa, Uno de los puntos que más se van a tratar es la trayectoria de la bala, que impactó en el plano superior de la cabeza de la víctima. La defensa mantiene que Juan estaba tumbado en la cama jugueteando con la pistola cuando se le disparó impactando contra Mónica, sentada en el borde de la cama.
El ministerio fiscal, que defiende que el investigado apuntó a conciencia al cráneo de la fallecida, ha hecho mención a que Juan en la reconstrucción de los hechos no dijo, como ha declarado en el juicio, que ella tuviera la cabeza boca abajo mientras se ponía una mascarilla en el pelo si no que dijo que estaba erguida. Mientras tanto la defensa ha mantenido que su cliente no especificó la postura en la que se encontraba Mónica cuando la dispararon.
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La Fiscalía solicita para Juan S. una pena de 24 años por asesinato y de tres años por tenencia ilícita de armas, al igual que la acusación popular ejercida por el abogado de la Generalitat Valenciana. Sin embargo, la acusación particular solicita 28 años por el delito de asesinato con la agravante de parentesco y de violencia de género, además de otros dos años por tenencia ilícita de armas ya que el mismo acusado ha dicho que no tenía licencia y también le solicitan 10 años de libertad vigilada.
Por otro lado, la defensa que en un principio solicitaba la libre absolución ahora ha cambiado su calificación a homicidio imprudente con pena de 2 años de cárcel ya que alega las atenuantes de reparación del daño, ya que Juan S. llamó al 112 mientras Mónica seguía con vida, de confesión porque dijo que fue el autor del disparo y de estar bajo los efectos de sustancias estupefacientes. Como ha declarado el acusado, aquella noche consumieron marihuana y 'speed'.
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Todo bajo la premisa de que aquel disparo letal no fue más que un «accidente». Según defiende: «Solté la corredera y se disparó el arma». La Defensa ha mantenido que el acusado se encontró la pistola junto a quince cajas de munición y que desconocía que hubiera una bala en la recámara.
El acusado se ha negado a que le hicieran una fotografía. Ha manifestado su deseo a preservar su identidad. Su declaración se ha quedado a medias a la espera de que el Presidente del Tribunal vea la grabación de la reconstrucción de los hechos pero, a diferencia de lo que dice la familia de la fallecida, Juan S. ha mantenido que la relación con su novia «iba bien». «Discutíamos, pero lo normal en todas las parejas», sostiene.
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Aun así, las acusaciones han avanzado que acudirán a declarar amigas de la víctima en las próximas sesiones del juicio que se celebra en la Ciudad de la Justicia y que se extenderá hasta el próximo día 19 de julio y que han sido testigos de los presuntos malos tratos de Juan S. hacia Mónica. De hecho, la fiscal ha hecho mención a un supuesto comentario que hizo el acusado antes de que tuvieran lugar los hechos en el que le decía a su pareja: «Tengo dos balas preparadas, una para ti y otra para el que esté contigo».
Otro de los interrogantes que plantea el caso es que el investigado llamó a Emergencias después de que se produjera la detonación. Un amigo que vivía con ellos acudió a la habitación para ver qué estaba pasando y según mantiene la defensa, ambos trataron de socorrer a Mónica. El abogado defensor sostiene que no tenía la intención de matarla porque pidió ayuda y la víctima siguió viva hasta el día siguiente, falleciendo en el hospital ya que los sanitarios no pudieron hacer nada por ella porque la bala había penetrado en sus órganos vitales.
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Según el relato de la defensa, el acusado y su amigo utilizaron una puerta para usarla a modo de camilla y la trasladaron 500 metros hasta una carretera a la que pudieran acceder los servicios de Emergencias. Los tres vivían en una casa que estaba ocupada ilegalmente y a la que era difícil acceder porque estaba bastante alejada de las carreteras principales.
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