La Audiencia de Valencia ha impuesto esta mañana una pena de seis meses de prisión a un hombre acusado de agredir e insultar a siete miembros de una congregación religiosa de Testigos de Jehová en Torrent.
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El juicio se ha resuelto por la vía de la conformidad, en la que el sospechoso, Pablo F. P., ha aceptado la citada condena y una multa de 360 euros. Supone una considerable rebaja respecto a los dos años de cárcel que pedía inicialmente la fiscal de odio, Susana Gisbert. Y, además, la jueza ha aceptado, a petición de la de la defensa, dejar en suspenso la pena con la condición de que no cometa delitos en los próximos dos años y acepte someterse a un cursillo de igualdad.
Según los hechos ya probados con la aceptación del sospechoso, mostró su desprecio a la congregación religiosa entre los meses de mayo y septiembre de 2018. Movido por su animadversión, profirió a sus miembros varias agresiones físicas e insultos como «más trabajar, que eso no es trabajar», «búscate trabajo, lo que haces no sirve para nada» o «vuestra religión no sirve para nada, dejaos de tonterías».
Las víctimas recibieron empujones por parte de Pablo, al que se le considera autor de un delito contra los derechos fundamentales y las libertades públicas. Durante la corta vista, el procesado se ha limitado a decir que aceptaba el relato de hechos de la fiscal. «Sí» ha sido su única expresión desde el banquillo.
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