Pudo haber acabado en tragedia. La Guardia Civil ha arrestado en Sedaví a un hombre de 61 años que agredió a su hija de 18, se enfrentó con los agentes y amenazó con lanzarse por el balcón de su casa, según han informado fuentes de la Benemérita.
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Los hechos ocurrieron a finales de diciembre. La alerta la dio la joven, que se presentó en el cuartel para denunciar las agresiones que había sufrido por parte de su padre.
Como estaba muy nerviosa, los agentes la derivaron al centro de salud de la vecina localidad de Alfafar y acabó en un hospital para una mejor valoración de sus lesiones. Minutos después de escuchar a la joven, los agentes se presentaron en el domicilio paterno para entrevistarse con el progenitor y proceder a su detención. Y ahí comenzaron los problemas.
El hombre se negó a salir del domicilio. Se encontraba fuera de sí y amenazó a los agentes con dos cuchillos de grandes dimensiones. Tras tratar de mediar con él durante más de 45 minutos, los agentes decidieron pedir refuerzos. Entonces amenazó con quitarse la vida y también la de las personas que accediesen a su domicilio.
La situación aún se agravó más cuando comenzó a rociar a los agentes con gas CS (lacrimógeno) a través de la cerradura de la puerta. «Se trata de un gas sofocante con una base de cloro que es de venta y tenencia prohibida para particulares», matizan desde la Guardia Civil.
Ante esta agresión, y al escuchar los ruidos en el interior del piso, los agentes decidieron ya acceder por la fuerza para evitar que se precipitase por el balcón. No fue sencillo. «La puerta se encontraba apuntalada por muebles y diversos enseres», detallan las mismas fuentes. Cuando los agentes lograron acceder tras derribar la puerta se encontraron con más nubes de gas lacrimógeno y puñetazos.
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Cuando el agresor estaba ya en el balcón, los agentes se abalanzaron sobre él. Hubo un momento crítico en el que se rompió la barandilla del balcón en medio de un fuerte forcejeo. Lejos de desistir, intentó arrastrar a uno de los agentes al vacío, pero al final consiguieron reducirlo.
Todos los agentes que interviniero tuvieron que ser atendidos por el SAMU por la inhalación de gas, golpes y escoriaciones. Al detenido, de nacionalidad española, se le imputan delitos de desobediencia, resistencia, atentado a agente de la autoridad y violencia doméstica. Una vez atendida en el hospital, la hija del detenido formalizó una denuncia contra él por malos tratos físicos y psicológicos.
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En la actuación intervinieron agentes de la compañía de Paiporta y patrullas de Policía Local de la localidad para regular el tráfico en la zona. Las diligencias están ya en manos del juzgado de instrucción 3 de Catarroja.
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