Un hombre se enfrenta a la novena prisión permanente de la Comunitat por matar a golpes a su vecina en Sagunto

El hombre se enfrenta a una pena de prisión permannente revisable por los hechos, como solicita la Fiscalía, en lo que sería de confirmarse la novena condena de este tipo en la Comunitat (aunque otras dictadas han sido revocadas) Según ha defendido Jorge, aquel fatídico 26 de abril de 2022 estaba en un estado de embriaguez que le impidió ser consciente de sus actos. Fue de bar en bar durante la tarde. Consiguió desplazarse en coche hasta el último, cerca de su casa.

Una vez que terminó de beber, se metió en la finca y se dirigió a casa de Antonia. La puerta de la mujer estaba abierta. Según ha detallado una de las vecinas: «Oiría pasos y se pensaría que era yo. Siempre me pedía ayuda cuando lo necesitaba». Pero allí estaba Jorge, que le asestó golpe tras golpe hasta matarla.

La testigo tiene grabados los gritos de Antonia. «Nines, ayúdame por favor», fueron las últimas palabras de la víctima. «Luego ya no volvió a decir nada. Aun así, Jorge no dejaba de pegarle», ha asegurado la vecina. Por la violencia de la situación, dio por hecho que su amiga estaba muerta. La mujer fue desplazada de urgencia al hospital, pero falleció un mes después.

¿Cuál fue el móvil de tal brutal crimen? En un primer momento, se especuló que la víctima y el agresor hubieran tenido una discusión porque Antonia hacía ruido en su vivienda. Una versión que la vecina ha desmentido: «En nuestra finca se oye todo, pero ellos no discutieron. Antonia ni siquiera hacía ruido al andar. A las 7 de la tarde ya estaba acostada». La mujer se ha quedado traumatizada por presenciar una situación tan terrible. «Antes mi puerta parecía de papel, ahora me he puesto una blindada. Estoy en tratamiento por la ansiedad y no puedo salir por la noche», ha contado conmocionada.

Se encontró en estado de shock al escuchar los gritos de Antonia, que no pudo defenderse mientras le pegaban hasta arrebatarle la vida. La vecina cogió un cuchillo y se dirigió a su balcón, pensando en tirarse desde un tercer piso para huir de Jorge en caso de que también fuera a perseguirla. Entonces vio a la patrulla policial. Después de estar una hora en la calle con la Policía lo señaló sin lugar a dudas como el asesino de Antonia.

La defensa, ejercida por el letrado Martín García, solicita la libre absolución de su cliente por considerar que tenía sus facultades volitivas e intelectivas anuladas por el abuso del alcohol en el momento de los hechos y que esta circunstancia se le aplique como eximente (es decir, no tendría responsabilidad penal y sería inimputable). Como alternativa, ha planteado que esta circunstancia sea un atenuante y que a su cliente se le condene a cinco años por un delito de homicidio por imprudencia o en su caso por un delito de lesiones con resultado de muerte.

En un primer momento, la Fiscalía y la acusación particular, ejercida por el letrado Gonzalo Pérez Mora, han solicitado que se condene al presunto asesino con la pena máxima: la prisión permanente revisable. ¿Por qué sería posible aplicarle el máximo castigo? Según el artículo 140.1 del Código Penal, también se castiga con la prisión permanente revisable el delito de asesinato cuando la víctima se trate de alguien desvalido por su edad, enfermedad o discapacidad. Antonia tenía una discapacidad del 34% e incapacidad permanente para ejercer cualquier tipo de trabajo.

Sin embargo, las partes no descartan que, una vez finalizado el juicio, lleguen a una conformidad por la que se condenaría al presunto asesino a una pena de 15 años aplicándosele la atenuante de haber estado bajo el efecto de sustancias tóxicas cuando ocurrieron los hechos.