Un hombre, en estado de embriaguez, se precipita a las vías del tren en Cheste

El aviso se recibió sobre las diez y media de la noche. Al llegar la patrulla de la Guardia Civil de Chiva se observó a unos varones que hacían señas para señalar por dónde se había precipitado el hombre, de 48 años. Los testigo aseguraron que la víctima iba andando por la acera cercana que une el puente peatonal de la calle Chiva con la calle Estación y de repente se cayó al vacío.

El varón quedó encajado en un hueco de unos 40 centímetros de ancho en el arcén de la vía férrea. Esta persona, al ser atendida estaba consciente pero algo desorientado. Además, presentaba un elevado estado de embriaguez.

La víctima ofreció a los agentes y al personal sanitario varias versiones, que poco tenían que ver una con la otra. En un primer momento dijo que iba en compañía de unos amigos hacia su casa y que se precipitó a las vías del tren. Inmediatamente después cambió su discurso y aseguró que había sido atropellado por el tren, algo que no casaba en ningún caso con las heridas que presentaba.

El tráfico ferroviario tuvo que ser suspendido para atender al hombre, que presentaba dolor en la zona abdominal y en los brazos. Tuvo que ser inmovilizado por los bomberos, rescatado y subido en una camilla hasta una ambulancia que esperaba junto a la estación del tren en Cheste. El varón fue trasladado al hospital del Manises para realizarle más pruebas y la Policía Local de Cheste dio la orden para reestablecer el tráfico ferroviario.

En este caso, además de la Guardia Civil de Chiva, actuó la Policía Local de Cheste, una SAMU del hospital de Manises, un Soporte Vital Básico de Buñol, sanitarios del centro de salud de Cheste y una dotación de bomberos del parque de Chiva.