Detenido por matar a puñaladas al padre de su expareja y herir a su hija en Castellón

Un hombre de 46 años ha sido detenido por la Policía Nacional tras matar a cuchilladas al padre de su expareja y herir a la hija de esta en el Grao de Castellón. El crimen tuvo lugar un día después de que su excompañera sentimental le denunciara por amenazas de muerte, aunque el homicida ya tenía antecedentes por violencia de género y no podía acercarse a su expareja tras una orden de alejamiento dictada por un juez el pasado 14 de febrero.

El individuo acudió esta tarde a la vivienda donde residen los padres de la mujer maltratada. Eran las 15.30 horas. Primero asestó varias puñaladas a una joven de 21 años, hija de su expareja, tras un forcejeo. Tras escuchar los gritos de su nieta, el abuelo de la víctima se enfrentó al maltratador y recibió varias cuchilladas, una de ellas mortal de necesidad.

Varias patrullas de la Policía Nacional acudieron con urgencia al Grao de Castellón tras ser avisadas de los graves hechos. El Centro de Coordinación de Emergencias movilizó también a un equipo del Servicio de Ayuda Médica Urgente (SAMU), aunque los sanitarios no pudieron hacer nada para salvar la vida del hombre de 70 años.

Tras detener al presunto homicida, la Policía Nacional lo trasladó al Hospital General de Castellón, donde fue atendido de varios cortes y golpes que sufrió en el forcejeo que mantuvo con las víctimas cuando las apuñaló. La joven también recibió asistencia en el mismo hospital tras recibir varias cuchilladas en una mano.

Según informaron fuentes policiales, la expareja del homicida presentó el lunes una denuncia contra este violento individuo, porque le había amenazado de muerte. La Policía Nacional de Castellón estableció entonces un dispositivo de búsqueda del hombre en los lugares que solía frecuentar. Además, los agentes informaron a la mujer de sus derechos y aumentaron también su protección. Esta persona residía en un domicilio cuya dirección desconocía el maltratador. Era una medida de seguridad para proteger a la víctima ante la posibilidad de que el hombre la agrediera.