El homicida de Villanueva de Castellón tenía una pistola para que no le robaran la marihuana

El hombre que mató a su pareja de un tiro en la cabeza en Villanueva de Castellón declaró ante la Guardia Civil que disparó a la víctima de forma accidental, pero los indicios criminales hallados en el chalet donde ocurrieron los hechos, los antecedentes delictivos del individuo y las primeras investigaciones arrojan serias dudas sobre la versión del homicidio imprudente.

Tras valorar el atestado policial, la magistrada titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Alzira decretó el sábado el ingreso en prisión del detenido sin posibilidad de eludirla con una fianza. La causa está abierta por un delito de homicidio, aunque sin perjuicio de una ulterior calificación de asesinato, ante las pruebas y evidencias que incriminan a Juan Salvador, de 30 años, pese a que llamó al 112 y a un vecino para pedir ayuda tras el disparo.

Los hechos ocurrieron sobre las cinco de la madrugada del viernes en la casa que la pareja ocupaba de forma ilegal en la partida Utxera en el término de Villanueva de Castellón. Mónica Espinola Nevado, de 38 años y madre de dos hijos, recibió el disparo en la cara y fue asistida por un equipo médico del SAMU. Los sanitarios lograron estabilizar a la mujer, que tenía la bala alojada en la cabeza, y la trasladaron con urgencia a La Fe, donde quedó ingresada en estado crítico.

Cuando fue detenido por los delitos de homicidio y tenencia ilícita de armas, el hombre manifestó que tenía una pistola en el chalet para defender su plantación de marihuana de posibles robos, y declaró también que encontró el arma de fuego en una casa abandonada.

Aunque el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) informó ayer de que no constan en la pareja antecedentes por malos tratos, la Guardia Civil trata de esclarecer ahora si la víctima sufrió un aborto en 2019 tras una supuesta agresión del homicida ahora encarcelado. Sin embargo, las primeras investigaciones parecen indicar que la interrupción del embarazo se produjo por causas naturales.

La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género afirmó ayer en su cuenta oficial de Twitter que este caso es «un asesinato de violencia de género», pero el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana y la Guardia Civil informaron que la causa está abierta «por un delito de homicidio sin perjuicio de una ulterior calificación», ya que todavía no se ha descartado el disparo accidental.

Tanto el Ayuntamiento de Villanueva de Castellón como el de Canals, localidad donde reside la familia de la víctima, decretaron ayer dos días de luto y realizaron sendas concentraciones para condenar la muerte violenta de Mónica Espinola.