El caso de la manada de los Sanfermines despertó un sentimiento unánime de indignación y condena en toda España. Pero no supuso el fin de ... la delenzable conducta de las violaciones grupales. La Comunitat también ha tenido sus manadas y uno de los casos más brutales fue el sufrido por una joven de 19 años en el día de Año Nuevo de 2019, cuando cuatro jóvenes se confabularon, supuestamente, para trasladarla desde Benidorm a Callosa d'En Sarrià, agredirla sexualmente varias veces y grabarlo con teléfono móvil.
Hoy, dos años y medio después de esos hechos terribles, los sospechosos deberán responder ante la justicia. La sección segunda de la Audiencia Provincial de Alicante comienza el juicio a los jóvenes, colegas de Callosa que tenían entonces edades comprendidas entre los 19 y los 24 años.
Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), se les juzga por, presuntamente, agredir sexualmente de forma continuada y en grupo a la víctima en un local propiedad de la familia de uno de los sospechosos. Mientras, lo grabaron supuestamente con sus teléfonos móviles. Los procesados serán juzgados por varios delitos de agresión sexual, además de delitos de descubrimiento y revelación de secretos.
Según explicó ayer a este diario el abogado de la víctima, Francisco González, el fiscal pide penas de prisión de 44 años para el considerado como principal participante en la agresión o cabecilla y 40 para los otros tres supuestos integrantes de la manada. En total, 164. La joven se adhería inicialmente a esta petición del Ministerio Público, pero está dispuesta a aceptar un acuerdo de conformidad «para evitar la doble victimización del juicio y así no tener que revivir unos hechos tan dolorosos».
Este pacto entre las partes y el fiscal se alcanzaría siempre y cuando el supuesto líder aceptara cumplir 18 años de cárcel y los otros tres, 15. Por supuesto, todos ellos deberían admitir su participación en los hechos en los términos descritos por la Fiscalía. Esto evitaría el juicio y el interrogatorio o reencuentro con los sospechosos durante la vista oral, algo que la joven víctima no desea en modo alguno.
Ante la acusación del fiscal, las defensas de los cuatro procesados piden su libre absolución bajo el argumento de que no fue una relación sexual forzada. Y esta es la encrucijada que marcará el inicio, o no, de la práctica de la prueba en el juicio, cuya primera sesión está programada a las diez de la mañana. El resto de las jornadas, si no hay pacto entre las partes, se celebrarán en los próximos días y hasta el viernes.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.