Identificado un conductor que se grabó a 210 km por hora y difundió el vídeo por redes sociales

Un joven de 25 años, vecino de Cartagena, ha sido identificado por la Guardia Civil después de grabarse y difundir las imágenes en redes cuando circulaba a 210 kilómetros por hora en la autopista AP-7, a la altura de Los Alcázares, ha informado este miércoles el instituto armado.

La identificación y denuncia al conductor, cuya conducta implica la retirada de seis puntos del permiso de conducción, ha sido posible gracias a la colaboración ciudadana al detectarse la existencia de un vídeo en una conocida red social de un turismo que circulaba de forma manifiestamente temeraria.

Con la finalidad de determinar la identidad de este conductor, el Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) examinó la grabación, de tan solo 9 segundos, y pudo constatar que esta imprudencia se había cometido aproximadamente a la altura del kilómetro 790, proximidades de la población de Los Alcázares, tramo que se encuentra limitado a una velocidad máxima genérica por razón de la vía de 120 kilómetros a la hora.

Fruto de la investigación, los guardias civiles lograron identificar y localizar al conductor -varón, español, de 25 años y vecino de Cartagena- que reconoció expresamente ser el autor de los hechos, por los que finalmente ha sido denunciado por conducción temeraria ante la Jefatura Provincial de Tráfico.

La conducción temeraria, cuando no constituya delito, se encuentra recogida en el artículo 3 del Reglamento General de Circulación y sancionada por la Jefatura Provincial de Tráfico con 500 euros de multa y la detracción de 6 puntos del permiso de conducción.

En este caso, la escasa duración del vídeo grabado y la carencia de otros elementos de prueba objetivos impiden la persecución penal de los mismos ante la autoridad judicial.

En su comunicado, la Guardia Civil apela a la conciencia cívica de la población para que avisen al teléfono 062 (Guardia Civil) o 112 (Emergencias), o directamente a las patrullas en servicio, cuando se encuentren con situaciones anómalas o maniobras irregulares que den lugar a pensar que los conductores lo hacen bajo la influencia de drogas o alcohol.