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Juan Antonio Marrahí e IVÁN GÓMEZ
Valencia
Martes, 9 de julio 2019, 11:11
Algunos deambulaban por las instalaciones y otros aguardaban a sacar sus entradas cuando una densa columna de humo negro ascendió hacia el cielo desde el interior del Oceanogràfic. Así comenzó el incendio que este martes desató la alarma en el interior del acuario valenciano y obligó a un desalojo preventivo de los 1.400 visitantes y trabajadores que en ese momento se hallaban en el recinto. Pero todo quedó en un susto. El fuego fue controlado con gran rapidez. Ni causó víctimas ni afectó a los edificios principales del acuario. De hecho, por la noche ya se abrió el restaurante submarino y el resto del complejo recibirá este miércoles a los visitantes con absoluta normalidad.
El incidente se produjo poco antes de las once de la mañana, en una torre prefabricada de acceso a la sala de océanos, cerca de la zona de los tiburones y de la valla exterior que recae al viejo cauce del Turia. Según fuentes del Oceanogràfic, la estructura estaba revestida de poliuretano. El material plástico componía una decoración de la torre para dotarla de apariencia rocosa y fue su combustión lo que generó una «espectacular humareda similar a la que generan las fallas», como describieron fuentes del acuario.
En efecto, en pocos segundos el incendio se hizo visible desde los barrios del distrito Marítimo y la imagen de la columna de humo inundó las redes sociales por lo aparatoso. Sin embargo, el protocolo de seguridad funcionó a la perfección. Bomberos de tres parques de la ciudad se desplazaron con urgencia para atender la emergencia mientras el personal de seguridad del Oceanogràfic desalojaba por precaución las instalaciones. Según las mismas fuentes, no hubo que lamentar víctimas ni entre las personas ni entre los animales.
En pocos minutos, salieron los más de mil visitantes y unos 400 trabajadores que en ese momento se hallaban en el complejo acuático, que suspendió todas sus actividades por precaución. El desalojo se produjo de manera muy ordenada y sin incidentes y en la evacuación colaboró la Policía Local de Valencia. Los agentes cortaron al tráfico el Puente de l'Assut de l'Or en ambos sentidos y la calle Eduard Primo Yúfera en sentido a Nazaret para facilitar el avance de los desalojados hacia el exterior.
Las tareas de extinción fueron muy rápidas. En poco más de 20 minutos, en torno a las once y media, el fuego se dio por controlado. La columna de humo quedó empequeñecida y se apreció entonces el armazón metálico de la torre carbonizado. Ninguna de las estructuras principales del Oceanogràfic se vio dañada y los desperfectos se ciñeron, únicamente, a la roca artificial de esta instalación exterior. A partir de ese momento comenzaron las tareas de ventilación por parte de los bomberos. Después siguió la limpieza y retirada de la torre quemada.
Las consecuencias del siniestro fueron mínimas y el Oceanogràfic agradeció la labor de los bomberos, la Policía Nacional, la Policía Local y Protección Civil. El restaurante submarino del Oceanogràfic funcionó ayer por la noche con normalidad y hoy el acuario abrirá sus puertas de nuevo al público desde las diez de la mañana.
¿Qué ocasionó el incendio? Según fuentes del acuario, «se están investigando las causas». Al parecer, se estaban realizando unas tareas de mantenimiento en la zona que ardió, pero todavía no se ha podido establecer el detonante concreto del leve siniestro.
El Oceanogràfic ya ha anunciado que responderá ante los afectados por el desalojo. Su web informará en breve sobre las condiciones, que también se les comunicó con folletos al abandonar las instalaciones. Básicamente podrán solicitar la devolución del importe de su entrada o bien visitar otro día el acuario.
Más del incendio en el oceanogràfic
Reacciones de los visitantes
Griselda visitó el recinto junto a su marido y su hijo. «Me fui al baño un par de minutos y al salir me encontré con la evacuación por el incendio». Su marido ya había salido junto a los demás visitantes y le esperó en la calle. «Todo ha sido muy rápido y el desalojo, ordenado», afirmó.
Mariano acudió al parque junto a su esposa y se mostró tranquilo y satisfecho por el procedimiento tras la emergencia. Aguardaba con paciencia a que la organización abriera las puertas del aparcamiento para recoger su vehículo. «Podremos reclamar la entrada y el párking», explicó.
Mayte y su familia disfrutaban de la mañana en el Oceanogràfic cuando una trabajadora avisó de lo que sucedía. «Venimos de Asturias y pensábamos estar toda la mañana aquí. Ahora tendremos que buscar alternativas», comentaba amistosamente la mujer junto a su marido e hijos.
«De repente ha salido mucho humo negro». Así vivió el inicio del fuego Juan, residente en Suiza. Al ver el humo, «los niños se asustaron», pero la evacuación fue «rápida y segura». Agradeció el trato recibido por los encargados del operativo. «En pocos minutos estábamos a salvo».
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