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Agentes de la Policía Científica inspeccionan la escena del crimen bajo el puente del Real, este miércoles, junto al cadáver y la piedra usada como arma homicida.

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Agentes de la Policía Científica inspeccionan la escena del crimen bajo el puente del Real, este miércoles, junto al cadáver y la piedra usada como arma homicida. EFE/MANUEL BRUQUE

Mata a un indigente y deja a otro en estado grave al golpearlos con sendos pedruscos en el viejo cauce en Valencia

El crimen tuvo lugar bajo el puente del Real y el herido fue localizado en una rampa de acceso a los jardines poco antes de que el homicida se entregara a la Policía | Una cámara grabó al agresor cuando cargaba una de las piedras sobre sus hombros

Javier Martínez/Arturo Checa

Miércoles, 7 de febrero 2024, 10:12

Brutal crimen de madrugada en el viejo cauce del Turia en Valencia. Un joven africano de 29 años mató a un indigente al aplastarle la cabeza con un pedrusco, cuando la víctima dormía bajo el puente del Real, y agredió en la misma noche a otro 'sintecho' en una de las rampas de acceso a los jardines, también con una piedra de grandes dimensiones, pero este hombre de 46 años sobrevivió tras agonizar durante varias horas.

El presunto autor del crimen, Kulubeli H., de 29 años de edad y natural de Mali, se entregó sobre las ocho de la mañana de este miércoles a los policías locales que se encontraban de servicio en el Centro de Atención a Personas Sin Techo (CAST) del Ayuntamiento de Valencia.

La agresión mortal tuvo lugar en la madrugada de este miércoles bajo el puente del Real, donde fue hallado el cadáver del indigente. Los primeros agentes de la Policía Local que llegaron al lugar encontraron a la víctima junto a un charco de sangre, y al lado estaba el arma homicida: una piedra de grandes dimensiones.

El otro indigente agredido fue localizado en la rampa de acceso a los jardines del Turia a la altura de la estación de autobuses. El hombre de 46 años, que también fue golpeado en la cabeza con una piedra, estaba gravemente herido en el suelo, junto a una papelera, y debajo de una de las cámaras de vigilancia que el Ayuntamiento de Valencia instaló en 2016 en los accesos al viejo cauce.

Aunque fuentes municipales informaron que la segunda víctima había fallecido poco después de su ingreso en el Hospital La Fe, la Conselleria de Sanidad precisó que el indigente se encuentra hospitalizado "con pronóstico reservado". El hombre sufrió lesiones graves en la cabeza, pero los médicos no temen por su vida.

Los primeros policías locales que auxiliaron a la víctima encontraron una piedra dentro de una mochila en la rampa junto a la ropa del indigente agredido. Dentro estaba la documentación del presunto autor del crimen, un hombre de raza negra natural de Mali, quien se había entregado poco antes a la Policía Local.

El teléfono de emergencias 112 recibió varias llamadas de personas que vieron al 'sintecho' tendido en el suelo. Los testigos creían que había sufrido una paliza, porque tenía la cabeza ensangrentada. Pasaban pocos minutos de las siete de la mañana cuando llegó una patrulla de la Unidad de Medio Ambiente (UMA) de la Policía Local, cuyos agentes realizan servicios de vigilancia en el viejo cauce, entre otros cometidos.

Según informaron fuentes del Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU), a las 7:15 horas movilizó a un equipo de Soporte Vital Básico (SVB), cuyos sanitarios asistieron al hombre de 46 años por un traumatismo craneoencefálico y lo trasladaron al Hospital La Fe.

Los agentes de la Policía Local recogieron la mochila con la piedra dentro y la llevaron a la Jefatura Superior de Policía de Valencia para entregarla al Grupo de Homicidios, que ya había sido avisado de las agresiones. Poco después, los investigadores comprobaron que varios documentos que había en la mochila, con el nombre de Kulubeli H., coincidían con la identidad del presunto asesino.

Mientras la Policía Nacional realizaba las primeras indagaciones para esclarecer los hechos, el presunto autor de las dos agresiones, una de ellas mortal, se dirigía al Centro de Atención a Personas Sin Techo (CAST), que se encuentra situado junto al retén de la Policía Local de la Primera Unidad (Ciutat Vella).

Tras entregarse a los agentes, Kulubeli H. dijo que había matado a dos hombres en el viejo cauce del río Turia al golpearlos con sendas piedras de grandes dimensiones. El joven africano, que habla francés, estaba tranquilo y colaboró con los policías para indicarles los lugares donde había cometido las agresiones.

Un agente hizo de traductor para comunicar los primeros datos a la Policía Nacional y las patrullas que acudieron al viejo cauce para buscar a las dos víctimas. El hombre había confesado un doble crimen, pero los agentes solo habían encontrado a un indigente herido en ese momento.

Aunque en un primer momento se barajó la posibilidad de que el homicida podría haber arrojado el pedrusco, desde la avenida Menéndez Pidal, al indigente que dormía en la rampa, las pruebas halladas en el lugar y las grabaciones de una cámara de vigilancia descartan esta hipótesis.

El primer ataque tuvo lugar, al parecer, sobre la una y media de la madrugada del miércoles junto a un almacén municipal de jardinería en el viejo cauce. Una cámara grabó al sospechoso sobre esa hora cuando bajaba a los jardines por la rampa cercana a la estación de autobuses.

Una piedra de 30 kilos

El individuo cogió una piedra de unos 30 kilos de peso y la cargó sobre su hombros, según comprobaron los investigadores cuando visionaron las imágenes grabadas por la cámara de seguridad. Después, el individuo metió el pedrusco dentro de su mochila para transportarlo mientras caminaba con una supuesta intención criminal.

Tras golpear al indigente en la cabeza con todo el peso de la mochila, el joven africano pensó que lo había matado y se marchó. El momento de la brutal agresión no fue grabado por la cámara de seguridad, pero la Policía ha reconstruido los violentos hechos con las pruebas halladas en el lugar y la confesión del presunto asesino.

Después, caminó hasta el puente del Real hizo lo mismo con el 'sintecho' que apareció muerto bajol, según las primeras investigaciones policiales. A esas horas de la madrugada no había testigos ni viandantes en el viejo cauce.

Una vez que fueron informados de que un hombre había confesado que había matado a dos indigentes, los agentes de la Policía Local, acompañados por una trabajadora social, realizaron una batida por los jardines del Turia y localizaron el cadáver bajo el puente del Real.

La víctima estaba tapada con mantas y dormía sobre unos cartones cuando fue atacada de madrugada. La posición del cuerpo indica que murió instantes después de que el asesino cometiera la brutal agresión. La piedra que la Policía encontró al lado del indigente tiene restos de sangre, por lo que todo parece indicar que el detenido la utilizó para aplastarle la cabeza.

Tras recibir el aviso del macabro hallazgo, agentes del Grupo de Homicidios y de la Policía Científica se desplazaron al lugar y realizaron una minuciosa inspección bajo el puente. También acudió la comisión judicial, un equipo de bomberos y una brigada municipal, que limpió la escena del crimen después del levantamiento del cadáver.

Algunas de las pertenencias del hombre asesinado, como una manta y una silla, continuaban este mediodía en el lugar. Los agentes de la Policía Científica recogieron la piedra y la trasladaron en una caja de cartón al laboratorio.

Agonizó durante varias horas

Los investigadores también hallaron restos de sangre en la rampa donde el detenido cometió la primera agresión, así como objetos personales de José Javier C. P., el indigente que sobrevivió pese a las graves lesiones que sufrió en la cabeza.

La víctima se arrastró varios metros para intentar pedir ayuda y llegó hasta el carril bici, con gran dificultad, dejando un rastro de sangre. Cuando fue auxiliado por los primeros policías que llegaron a la rampa, la víctima tenía la cabeza ensangrentada y los pantalones bajados. Los agentes creían que podría haber sufrido una agresión sexual, pero lo descartaron al comprobar que el chándal se había enganchado en el suelo por la acción de arrastre.

El presunto asesino, que podría sufrir algún tipo de trastorno mental, fue arrestado por agentes de la Policía Local en el Centro de Atención a Personas Sin Techo (CAST) del Ayuntamiento de Valencia, donde se encuentra la unidad X4, un grupo de agentes que atienden a los indigentes que duermen en la calle y hacen también un seguimiento de la situación de estas personas.

Poco después, una patrulla de la Policía Nacional trasladó al detenido al complejo de Zapadores para identificarlo plenamente antes de que fuera interrogado por los agentes del Grupo de Homicidios, que se hicieron cargo de las investigaciones.

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