El infierno de tres años de abusos y maltrato de Mario y Noelia

La niña fingía estar dormida mientras su padre aprovechaba para agredirla sexualmente. Noelia no sabía qué hacer para escapar de ese monstruo. En una ocasión le pidió permiso para irse a dormir a casa de sus tías. Él le chilló y se la llevó a casa por la fuerza. La metió en el ascensor y le golpeó la cabeza contra un saliente de metal y le generó un hematoma. La pequeña guardó silencio.

El hombre también agredió a su otro hijo, que tiene una discapacidad física y psíquica del 89% y reside en un centro para discapacitados. El niño de 8 años pasaba los fines de semana alternos con su padre e iba a la habitación donde dormían él y Noelia. El ahora condenado se enfadaba y le dio un golpe en la cabeza a Mario (nombre ficticio).

Fue la madre de los menores la que se percató del sufrimiento al que los habían sometido y denunció las agresiones. Al encausado en un principio le pedían una pena de seis años y once meses de prisión, pero finalmente se ha conformado con una condena de dos años por el delito de abuso sexual continuado a un menor de edad y también tendrá que realizar cien días de trabajos en beneficio de la comunidad.

Al condenado se le han aplicado las atenuantes de un trastorno de alcoholismo que afectaba sus capacidades volitivas y cognitivas y también la de reparación del daño, dado que pagó a las víctimas 6.000 euros de los 43.300 que le corresponde abonar en concepto de responsabilidad civil por los daños morales ocasionados. La sentencia ha sido dictada in voce en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Valencia.

Dado que le han impuesto una pena de dos años de prisión al llegar a una conformidad entre las partes, el encausado no ingresará en prisión dado que le suspenderán íntegramente el cumplimiento de la pena si paga la responsabilidad civil y no vuelve a cometer otro delito en un plazo de cinco años.