Vive con las maletas hechas. Los armarios vacíos. Todas sus pertenencias están meticulosamente guardadas. Lo esperan en la puerta de su vivienda en el Cabanyal. Sobre Natanael ya pesa una orden de desahucio. Todavía no hay fecha de lanzamiento, pero sabe que de un momento a otro tendrá que abandonar el que ha sido su hogar durante los últimos cinco años.
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Natanael es un hombre con una formación excepcional: es ingeniero en telecomunicaciones y, por si fuera poco, también es diplomado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Su vida tal y como la conocía amenazó con desplomarse el pasado mes de mayo. A pesar de haber pagado siempre religiosamente su alquiler, su casero le advirtió de que debía abandonar el piso «por causas de fuerza mayor».
En la calle en la que reside la mayoría de fincas se han convertido en apartamentos turísticos. Teme que lo quisieran echar para compartir el que ha sido su hogar para hacer de la casa un piso para turistas. «Mis hijos, de cinco y 15 años, ya se han hecho a esta zona. Aquí tienen el colegio, sus amigos, sus vidas...», lamenta el hombre.
La suerte no ha estado de su parte últimamente. El pasado mes de septiembre perdió su empleo. A pesar de ser un hombre con carrera universitaria, se le está convirtiendo en una misión imposible encontrar otro trabajo.
Su día a día se basa en mandar su currículum a través de los portales online de búsqueda de empleo. Nada. Ni una respuesta. Una situación exasperante. «Vivo con ansiedad», cuenta Natanael mientras ordena sus currículums para irlos a entregar a mano a varias empresas con tal de llamar su atención.
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Desde septiembre no ha podido pagar el alquiler de 600 euros. Sí que está abonando los gastos de agua y luz, pero sus ahorros no le permiten llegar a más. Hace unos días aprobaron la orden de desahucio. Una situación que le está incluso costando la salud: «El mes pasado no podía ni comer, este mes me estoy pegando atracones. Me está generando problemas en la familia, ya no sé qué más hacer», denuncia el hombre, presa de la desesperación.
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