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La hora de la verdad se acerca para Jorge Ignacio P. J., el presunto asesino en serie de tres mujeres. El narcotraficante colombiano se sentará en el banquillo de los acusados el próximo lunes, 13 de junio, para ser juzgado por las muertes de Marta Calvo, Arliene Ramos y Lady Marcela, siete delitos más de asesinato en grado de tentativa de otras tantas mujeres y los abusos sexuales que denunció otra víctima.
Un centenar de periodistas, fotógrafos y operadores de cámara de una veintena de medios de comunicación y productoras se han acreditado para seguir en directo las sesiones del juicio. Los investigadores, peritos y testigos explicarán al jurado popular cómo el acusado intoxicaba a sus víctimas al introducirles cocaína, sin su consentimiento, en sus genitales cuando mantenían relaciones sexuales.
Según un informe de la Guardia Civil, la muerte de Marta Calvo «no fue accidental» ni la consecuencia de una acción imprudente, sino un homicidio doloso por «el afán egoísta del detenido por satisfacer sus inclinaciones sexuales».
Ocho testigos que declararán en el juicio son mujeres que sobrevivieron a la peligrosa práctica sexual que Jorge Ignacio P. utilizaba para colmar sus deseos. «Espero que no nos traten como víctimas de segunda clase. Somos personas, que nadie se olvide de eso, y espero que no recuerden el caso como el juicio de las putas, sino como el de un asesino de mujeres», afirma una de las prostitutas intoxicadas con cocaína por el acusado.
«Intentó matarme y por eso espero justicia», asegura la mujer. «Creía que iba a morir», añade con el rostro cariacontecido. La joven confía en que Jorge Ignacio sea condenado a prisión permanente revisable, la máxima pena privativa de libertad en España, por los crímenes de Marta Calvo, Arliene Ramos y Lady Marcela y otros siete delitos de asesinato en grado de tentativa.
El narcotraficante y putero siempre trataba de introducir cocaína a las mujeres en sus genitales, sin su consentimiento, cuando mantenían relaciones sexuales en las casas de Manuel y l'Olleria, cuyos contratos de alquiler estaban a nombre de la madre del presunto homicida, y otras viviendas de la ciudad de Valencia.
Convulsiones e inconsciencia
Tras localizar y tomar declaración a ocho víctimas, los investigadores de la Guardia Civil consideran que Jorge Ignacio P. puso en peligro las vidas de siete de estas mujeres con un mismo patrón de conducta sexual. Varias de las jóvenes sufrieron cuadros de convulsiones e inconsciencia y dos de ellas necesitaron atención médica después de que el putero les introdujera pequeñas piedras de cocaína en sus genitales.
El 14 de junio, los doctores del Instituto de Medicinal Legal de Valencia, Juan Carlos Couto y Santiago Rincón, explicarán en el juicio las conclusiones de su informe sobre los efectos que pueden tener sobre las personas la introducción de cocaína por sus órganos genitales.
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