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Un grupo de especialistas en investigación de incendios realizó el pasado viernes una segunda inspección en las dos torres de viviendas destruidas por el fuego ... en Campanar para determinar el punto exacto del origen del siniestro y la fuente de ignición. Los investigadores centraron la mayoría de sus pesquisas en el apartamento número 86, el foco del devastador incendio, y en la fachada ventilada del complejo.
Como ya hicieron el pasado 21 de marzo en la primera inspección, examinaron y tomaron fotografías de los restos del frigorífico que ardió tras un fallo eléctrico, según la principal hipótesis que maneja la Policía Científica en su investigación. Los expertos contratados por las compañías de seguros no pudieron inspeccionar el motor calcinado de la nevera, que se encuentra en dependencias policiales.
Como ya informó LAS PROVINCIAS, los investigadores creen que un calentamiento del relé del frigorífico provocó las primeras llamas. El fuego se propagó luego con rapidez dentro de la vivienda, quemó el comedor y la terraza y se extendió por la fachada del edificio.
Fotos del edificio de Campanar, dos meses después del incendioVer 8 fotos
Este fallo eléctrico de la nevera, cuya marca no ha trascendido, es la principal hipótesis de la Policía Científica y también de algunos de los investigadores de las compañías de seguros, pero estos últimos no descartan que el fuego se iniciara en otro de los electrodomésticos de la cocina.
Por esta razón, los especialistas regresaron a la vivienda 86 y realizaron una segunda inspección para tratar de determinar la fuente de ignición. Los investigadores examinaron un frigorífico de la misma marca y modelo que parece ser el foco del incendio y tomaron fotografías del motor quemado. Esta nevera se encuentra en una casa de la planta 12 y quedó también destruida por el fuego.
El relé es el componente de los frigoríficos que actúa como un interruptor electromagnético. Controla el encendido y apagado del compresor del electrodoméstico, permitiendo regular la temperatura del aparato, y es un elemento de seguridad porque protege el sistema contra la sobrecargas eléctricas.
La mayoría de las 138 viviendas destruidas por el fuego tenían hornos, vitrocerámicas, campanas extractoras de humo y microondas de una conocida marca, y el resto de electrodomésticos (lavadoras, lavavajillas, termos y frigoríficos) fueron comprados o renovados por los propietarios después de comprar los pisos.
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Entre las empresas contratadas por las compañías de seguros para investigar las causas del incendio y su rápida propagación se encuentran Synthesis Investigación de Siniestros y Oficina Técnica de Ingeniería Forense (OTIF).
Tras la finalizar la inspección realizada el pasado 21 de marzo en el edificio siniestrado, Félix César Alonso, especialista en investigación de incendios y explosiones y director técnico de Synthesis, manifestó: «He investigado más de 6.000 incendios en Europa y Sudamérica y nunca había visto este grado de destrucción, ni siquiera en el Windsor».
El devastador incendio de la torre Grenfell de Londres, que causó 79 muertos el 4 de junio de 2017, también comenzó en un frigorífico. Según informó entonces la cadena de radiotelevisión pública británica BBC, la Policía determinó que una nevera defectuosa desató las primeras llamas. En aquel caso también empezó en un piso bajo y acabó extendiéndose a las plantas superiores.
Mientras la maquinaria judicial se engrasa con las diligencias policiales y los informes que preparan los investigadores privados, familiares de cinco de las diez personas que fallecieron en el incendio de Campanar han solicitado al juez instructor de la causa que ordene una reconstrucción de los hechos.
Tras unirse en la tragedia y en su rechazo al sobreseimiento provisional de las actuaciones, los familiares de las víctimas reclaman una investigación exhaustiva sobre las causas del siniestro y piden que el jefe de los bomberos explique el protocolo de salvamento que dirigió el fatídico 22 de febrero.
El abogado Ignacio Grau, que representa a las familias de las cinco víctimas, ha solicitado la reconstrucción de los hechos para conocer «la secuencia temporal de los mismos, momento y lugar de inicio, duración, forma y dirección del fuego, lugar exacto donde estaban los vecinos que salieron del edificio y hora aproximada en que salieron del edificio».
El incendio tuvo lugar el 22 de febrero en un complejo de dos edificios en la confluencia de las calles Poeta Rafael Alberti y las avenidas Maestro Rodrigo y General Avilés, en el distrito de Campanar en Valencia. El fuego se inició sobre las 17.30 horas en la vivienda número 86 por un fallo eléctrico en una nevera, según las primeras investigaciones.
Tras la rápida propagación de las llamas por la fachada ventilada, diez personas fallecieron y otras 15 resultaron heridas, entre ellas siete bomberos. El voraz incendio destruyó en pocas horas dos bloques de 10 y 14 plantas con 138 viviendas en las que vivían 450 personas.
La propietaria de la vivienda número 86 también ha contratado a una empresa especialista en investigación de incendios
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