Investigan si la banda de la tablet geolocalizada robó una pistola a un policía

Tras salir del juzgado, los cuatro argelinos regresaron a la barriada conocida como la Granja, un grupo de casas en las afueras de Picanya donde se han empadronado un grupo numeroso de magrebíes en los últimos años.

Como ya informó LAS PROVINCIAS, la geolocalización de una tablet delató a una banda que robaba en chalés de la provincia de Valencia y llevó a la Guardia Civil hasta una casa de Picanya, el piso franco donde los ladrones escondían su botín al terminar su jornada delictiva.

Los hechos sucedieron en la madrugada del pasado sábado después de que los delincuentes sustrajeran un iPad, dinero en efectivo, la llave de un coche y un dispositivo GPS de mano tras forzar la ventana de un chalé en una urbanización de lujo en Picassent. Un matrimonio y sus dos hijos dormían en sus habitaciones mientras los murcigleros registraban el domicilio.

Minutos después, uno de los moradores se despertó, descubrió el robo y llamó por teléfono a los vigilantes de la urbanización, que acudieron con urgencia a la casa y avisaron a la Guardia Civil. Aunque los ladrones envolvieron el iPad con papel de aluminio en un intento de anular las señales de posicionamiento, uno de los vigilantes activó el sistema de geolocalización, con las claves que le facilitó el propietario del aparato, y logró seguir el itinerario de huida de los delincuentes hasta una planta baja de Picanya.

Poco después de facilitar esta precisa información a la Guardia Civil y la Policía Local, el dueño del chalé y sus dos hijos se desplazaron con un coche a la calle Isaac Peral de Picanya, donde marcaba la geolocalización de la tablet, con la intención de recuperar sus pertenencias y el dinero.

Al mismo tiempo llegaron varias patrullas de la Guardia Civil y la Policía Local, que acordonaron la zona para buscar a los ladrones. Tras localizar la casa donde se encontraban los sospechosos, los agentes detuvieron a cuatro argelinos como presuntos integrantes de una banda que roba en chalés con moradores dentro.

Los individuos tienen antecedentes delictivos y todavía llevaban la ropa negra que suelen vestir los murcigleros para ocultarse en la oscuridad. La Guardia Civil registró la planta baja y recuperó la tablet, el dispositivo GPS, la llave del coche, una bicicleta y otros aparatos robados en chalés de la zona, pero no encontraron la pistola sustraída un policía.

A pesar de las pruebas que inculpan a los cuatro detenidos, la jueza no les atribuye, por el momento, la autoría de un delito de robo. Según informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), los cuatro individuos son «investigados en una causa abierta, en este momento y sin perjuicio de una ulterior calificación, por un delito de receptación que conlleva una posible pena de prisión de seis meses a dos años».