![Investigan una conversación telefónica de Anglés durante la huida en el barco](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202011/12/media/cortadas/Barco-R2VrY8YV5WBxllIrvY9N5aM-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
![Investigan una conversación telefónica de Anglés durante la huida en el barco](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202011/12/media/cortadas/Barco-R2VrY8YV5WBxllIrvY9N5aM-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
El presunto asesino de la niñas de Alcàsser, Antonio Anglés Martins, mantuvo una conversación telefónica con un trabajador de una compañía de transportes de Lisboa mientras estaba retenido en el 'City of Plymouth', el buque donde se escondió para huir de Portugal. Tras conocer este dato por las últimas investigaciones de la policía inglesa, la acusación popular del caso Alcàsser, que ejerce la asociación Clara Campoamor, ha solicitado a la jueza de Alzira la localización y el interrogatorio de la persona que habló con el fugitivo.
La llamada telefónica se realizó desde el barco días antes de que atracara en el puerto de Dublín, donde se pierde la pista de Anglés. Según declaró hace unos meses Gerard Kevin McBride, oficial jefe del 'City of Plymouth' en 1993, los miembros de la tripulación averiguaron que el polizón no era portugués tras escucharlo hablar. Momentos antes, el prófugo se había identificado con un nombre falso, Carlos Joaquim Carvalho Gonzales, el toxicómano que le dio cobijo en el puerto de Lisboa, y había mostrado hasta tres documentos de este hombre ya fallecido.
Noticia Relacionada
La acusación popular pretende que la policía inglesa averigüe el contenido de aquella conversación telefónica. El fugitivo «podría haber facilitado a su interlocutor algún dato que pudiera ser relevante para conocer su paradero», afirma el escrito de solicitud de la diligencia de investigación.
La extraña desaparición de Anglés en la bahía de Dublín vuelve a ser actualidad tras la comisión rogatoria internacional emitida por una jueza de Alzira para tomar declaración a Kenneth Farquharson Stevens, capitán del barco en el que huyó el prófugo, y a otros diez miembros de la tripulación del mercante. La magistrada pretende esclarecer si el presunto asesino recibió ayuda para escapar del camarote donde estaba encerrado, y si alguno de los marineros puede aportar algún dato sobre el paradero de Anglés o su posible ahogamiento.
Noticia Relacionada
Como ya informó ayer en exclusiva LAS PROVINCIAS, la policía inglesa busca también una supuesta fotografía del prófugo que le hizo un miembro de la tripulación durante la travesía, según la declaración del oficial jefe del 'City of Plymouth'. La posible existencia de esta instantánea del fugitivo es un dato que desconocían la Guardia Civil, la Policía Nacional y la jueza que recibió el traspaso de la causa del triple asesinato de Toñi, Míriam y Desirée.
Encerrado en un camarote
Anglés logró escapar en dos ocasiones de un camarote antes de que la policía irlandesa subiera al buque, según manifestaron los marineros. Uno de ellos descubrió al polizón de madrugada en el almacén de proa de la sala de motores. Llevaba una bolsa con un mapa mundial, tabletas de proteínas, dos mecheros, cigarrillos, un tubo de pomada y un reproductor de música con auriculares, entre otros objetos personales.
El capitán aseguró que informó al propietario del barco y a la agencia de Irlanda que llevaban a bordo un polizón. Tras ordenar su encierro en un camarote, Stevens comprobó que los cerrojos de las ventanas y quitó la llave. También ató la manilla de la puerta a un soporte. Horas después, Anglés huyó de noche en un bote salvavidas, pero fue localizado por un avión francés a 300 millas de Burdeos y la tripulación le ayudó a subir para encerrarlo otra vez en el mismo camarote.
Cuando el buque atracó en el puerto de Dublín, dos agentes de la Oficina de Extranjería subieron a bordo para llevarse al polizón y descubrieron entonces que había logrado escapar. Faltaban una cuerda de la cubierta de popa y un chaleco salvavidas, que fue encontrado a la mañana siguiente en la bahía de Dublín, por lo que dedujeron que el fugitivo logró alcanzar la costa o se ahogó en las frías aguas del Atlántico.
El 'City of Plymouth' zarpó al día siguiente rumbo a Liverpool, donde la policía inglesa rodeó el puerto y realizó un registro con perros adiestrados. Era el 26 de marzo de 1993. «Nos estaban esperando. La presencia policial era muy grande en el muelle y los alrededores con agentes uniformados y una brigada especial», declaró Stevens en 1993.
Pero una vez más, la policía no encontró ningún rastro de Anglés en el Reino Unido. Tampoco se sabe con certeza si llegó a la costa de Inglaterra. En una huida marcada por la suerte y su espíritu de supervivencia, el presunto asesino de las niñas de Alcàsser consiguió eludir el cerco policial hasta seis veces en menos de tres meses en España, Portugal e Irlanda, concretamente en Catarroja, Valencia, Alborache, Vilamarxant, Lisboa y Dublín.
Mientras el único condenado por el triple crimen, Miguel Ricart, disfruta de su libertad tras pasar 21 años en la cárcel, la policía no deja de revisar el caso y sigue realizando pesquisas para tratar de averiguar el paradero de Anglés, vivo o muerto, cuando hoy se cumplen 28 años de los asesinatos.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.