B. HERNÁNDEZ
Jueves, 4 de agosto 2022
valencia. Las risas y el baile se truncan en el momento en el que la sumisión química entra a formar parte de la ecuación. La Policía Nacional investiga una nueva posible agresión a una menor de edad de 17 años en una discoteca de Gandía, pero en esta ocasión sin pinchazo de por medio. Fue el pasado sábado 30 de julio, sobre las cuatro y media de la mañana, según han informado fuentes policiales a este diario.
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La denunciante comunicó a los agentes su sospecha de que alguien le había echado una sustancia en la bebida. Acto seguido, añade, un grupo de jóvenes aprovechó después para manosearle todo el cuerpo. Las mismas fuentes policiales aseguran que la menor fue trasladada al hospital y, tras realizarle análisis toxicológicos, dio positivo en morfina. Esta sustancia, que pertenece a la familia de los opiáceos, tiene un efecto hipno-analgésico y calmante muy potente.
En medio de la terrible práctica de los pinchazos, parece que todavía no cesa la de introducir estupacientes en las bebidas para alterar facultades y capacidad de reacción de las víctimas. Hace unos días, fuentes sanitarias detectaron otro posible caso de sumisión química. En esta ocasión, tampoco había indicios de que a la víctima le hubieran pinchado con una jeringuilla para introducirle estupefacientes. La joven, una menor de 16 años, acudió al Hospital de la Vila Joiosa explicando que era incapaz de recordar cómo habían sucedido los hechos. Presentaba en su cuerpo marcas compatibles con quemaduras y la zona genital amoratada.
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