El acusado de matar a Marta Calvo, a prisión tras no desvelar dónde está el cuerpo

Apenas dos horas y media estuvo Jorge Ignacio P. en las instalaciones del juzgado de Alzira antes de ingresar en la prisión de Picassent. La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Alzira, en funciones de guardia en la jornada de ayer, acordó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del hombre detenido en relación a la desaparición y muerte de Marta Calvo. La causa está abierta por un delito de homicidio, sin perjuicio de ulterior calificación, según señalaron fuentes judiciales, quienes apuntaron que la magistrada de guardia se inhibirá de las diligencias en favor del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Alzira.

Aunque las instalaciones judiciales llevaban abiertas desde las siete y cuarto de la mañana, no fue hasta las doce y media del mediodía cuando llegó al juzgado de Alzira Jorge Ignacio. El detenido, quien se entregó en la madrugada del pasado miércoles en el cuartel de la Guardia Civil de Carcaixent, arribó a las instalaciones judiciales de Alzira desde el cuartel de Patraix, donde se encontraba desde el miércoles por la noche, a bordo de un furgón de la Benemérita.

Ante la mirada de un buen número de cámaras de televisión y de fotógrafos, Jorge Ignacio trató de ocultar su rostro, aparentemente impertérrito, debajo de una capucha. Diez minutos antes de su llegada lo hicieron dos vehículos de la Guardia Civil, quienes hicieron que la expectación, aparte de la mediática, se incrementara entre los vecinos, quienes, en número aproximado de una decena, se arremolinaban curiosos.

Y es que en las instalaciones judiciales de la ronda de Algemesí se concentraron, además de más de una decena de periodistas, un grupo de vecinos. Algunos de ellos comenzaron a insultar a Jorge en el momento en que accedía al juzgado e incluso le pedían a los guardias civiles que no defendieran al detenido.

A media mañana, el abogado de Jorge Ignacio ya anunció a los medios de comunicación que éste se iba a acoger a su derecho a no declarar. El letrado Óscar Fernández justificó esta decisión tras afirmar que no declarará ante el juzgado 2 para no repetir los mismos argumentos que deberá esgrimir ante la titular del 6, que es quien va a asumir la causa. Fernández ya asumió que la jueza del 2 decretaría prisión para su cliente, como posteriormente ocurrió. Así, consideró que no era operativa realizar una nueva manifestación ante la jueza, cuando ya la hará en breves fechas y cuando ya la hizo ante la Guardia Civil horas después de entregarse en el cuartel de Carcaixent.

En su declaración, que duró alrededor de media hora, ya que el resto de tiempo lo pasó en el calabozo de las instalaciones judiciales, Jorge Ignacio, según manifestó su abogado, pidió perdón por el modo de actuar con el cuerpo de Marta.

Tras la salida de Jorge Ignacio P. hacia la cárcel de Picassent, pocos minutos antes de las tres de la tarde, ya sin apenas vecinos y con la mera presencia de los medios de comunicación, el abogado también anticipó, con respecto a una posible declaración ante la titular del juzgado 6, que, en su momento, «y tras un estudio pormenorizado de la actuación, ya veremos si declaramos o no».

Sobre la acusación de homicidio que recae sobre su cliente, Fernández la negó rotundamente: «Entendemos que fue una muerte accidental», por lo que no cree que deba recaer esta acusación contra Jorge Ignacio en el proceso.

En su breve comparecencia ante los medios, negó que por parte suya se esté tratando de «hacer tiempo para nada» sobre una posible actuación para dilatar el proceso, afirmó que Jorge Ignacio está colaborando con la justicia y desconoce cuándo serán los próximos pasos judiciales, ya sea reconstrucciones o nueva vista ante la jueza, en este caso la titular del número 6.

A las puertas del juzgado alcireño también estuvieron los abogados Pilar Jove y Vicente Escribano, portavoces de la familia materna de Marta Calvo, quienes se han personado como acusación particular. Tras señalar que en breve nombrarán a un nuevo portavoz oficial de la familia, quisieron agradecer la labor de los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado en todo este proceso y en todas las jornadas de búsqueda de Marta, por el momento infructuosas.

Recordaron que al estar el procedimiento bajo secreto y al no haber podido acceder a la documentación del mismo, sólo quisieron valorar la declaración de Jorge Ignacio de la jornada de ayer, a quien acusan de «homicidio y de cualesquier otros delitos que pudieran surgir en el transcurso de la investigación».

Agregaron que el objetivo «sigue siendo encontrar el cuerpo de Marta» y afirmaron que, aunque saben que la búsqueda continúa realizándose, no saben por qué puntos se está desarrollando.

Cuando les preguntaron si creen que Jorge Ignacio dice la verdad en su versión de los hechos, calificaron irónicamente de «muy mala suerte» el hecho de que le haya pasado «una segunda vez» en referencia a la situación, ya publicada por LAS PROVINCIAS, vivida por Jorge Ignacio, quien ya fue investigado el pasado mes de abril por la Policía Nacional tras la muerte de una prostituta en Valencia.

El hombre fue el último cliente de una meretriz que falleció en un hospital días después de sufrir convulsiones en una casa de citas del distrito de Ruzafa. Jorge entró con la mujer en una de las habitaciones de la vivienda para mantener relaciones sexuales y consumir cocaína, según las investigaciones. Minutos después, el hombre salió del cuarto con una actitud muy nerviosa y se marchó de forma repentina, por lo que sus compañeras de piso, prostitutas también, acudieron a la habitación para ver si la mujer había sufrido alguna agresión o robo, como sucede en ocasiones en las viviendas utilizadas como prostíbulos, y hallaron a la víctima con una crisis convulsiva con espasmos musculares y pérdida de consciencia. Días después, la prostituta falleció en un hospital de Valencia.