«Jorge Ignacio hubiera seguido matando si no es por la madre de Marta Calvo»

Gesto frío y tranquilo, pelo corto ligeramente engominado, camisa a cuadros abotonada hasta el cuello y manos cruzadas. Aspecto de niño bueno. Con mascarilla ante los medios de comunicación gráficos y ya sin ella al terminar la ronda de imágenes del inicio del juicio.

Así se ha presentado Jorge Ignacio P. J., el presunto asesino en serie de Marta Calvo, en el banquillo. Tras un debate inicial en el que Juan Carlos Navarro, acusador particular, ha pedido la ocultación del nombre de las víctimas supervivientes para preservar su intimidad, ha comenzado el relato de escritos de las partes. El acuerdo ha sido citarlas solo por el nombre de pila y omitir el apellido.

Siguiendo el procedimiento, se han leído los escritos de las partes. La fiscal pide para al sospechoso 130 años de cárcel por los delitos de abuso sexual para cometer tres homicidios y herir a ocho mujeres.

Juan Carlos Navarro pide la prisión permanente revisable por los asesinatos de Lady Marcela y Arliene Ramos y 15 años más de cárcel por las tentativas de asesinato de las otras seis mujeres. Los abogados de los padres de Marta, también solicitan la prisión permanente y más penas por agresión sexual, delito contra la integridad moral y tráfico de drogas.

El letrado de otra superviviente reclama 38 años de prisión por tentativa de asesinato, agresión sexual, tráfico de drogas y delito contra la integridad moral. Por último, la letrada de Jorge solicita que se le absuelva porque entiende que no cometió los crímenes y agresiones que le imputan.

La fiscal Socorro Zaragoza ha sido la primera en intervenir en las alocuciones al jurado. Ha insistido en primer lugar en la «vulnerabilidad» de las víctimas. «Aunque no haya cuerpo se puede condenar a una persona por homicidio», ha subrayado en referencia al caso de Marta.

Ha destacado Zaragoza el papel del sospechoso como traficante de drogas. «La cocaína que manejaba Jorge no era normal, sino la de las grandes mafias. Estamos aquí gracias a una madre coraje», ha dicho en referencia a Marisol Burón, la madre de Marta Calvo.

«Este señor actuaba con el mismo modus operandi ante las víctimas, prostitutas. En el caso de Arliene me impactó que ella, tras morir, dio su corazón, dos pulmones, riñón hígado e hizo grande así su homicidio». Jorge «encontró a las piezas de caza perfectas. Él sabía que por su modo de vida es muy difícil que le denunciarán. La violación de una prostituta por su cliente es difícil de probar pero sus derechos ahora han crecido».

Para la acusadora Jorge «siempre hacía lo mismo con todos. Desvirtuar su entrega y confesión va a resultar fácil. Los investigadores hablan de frialdad y se darán cuenta de que no está arrepentido ni deprimido. Lo único que le preocupa es que no le hagan nada en prisión. No montar follón para pasar desapercibido. Vamos a probar su autoría por lo que se ha encontrado como por lo que no se ha encontrado».

Zaragoza entiende que el acusado «es un traficante, un delincuente con antecedentes. No es una persona que no ha roto un vaso de agua. Si no es por la mamá de Marta Calvo igual no estamos aquí. Hubiera seguido matando si no es por ella». Respecto al jurado, «están aquí para hacer justicia con once mujeres, tres de ellas muertas, las que no pueden hablar y las que vendrán a hablar, muy valientes. Tenemos que ayudarlas en el paso que han dado y por eso pido un veredicto de culpabilidad».

Juan Carlos Navarro ha calificado todos los hechos como «un feminicidio y aquí no ignoramos la presunción de inocencia. Yo no puedo hacer lo que quiera con una prostituta».

El letrado ha definido así la conducta del sospechoso: «Voy a poner sustancia estupefaciente a ver hasta dónde llego». Y gracias una investigación «excelente hemos viajado en el tiempo para traer el testimonio del resto de víctimas». Ante el jurado, «me gustaría transmitirl lo que nos han contado las familias de las víctimas. Esto es el problema del homicidio invisible de las prostitutas. Las buscó, las contrató y jugó a hacerles lo que quería. Hay que parar esto. Ayúdennos».

Pilar Jové es la abogada de la madre de Marta Calvo. «Su abuela (la de Marta) aún se pregunta por qué ella sigue viva y Marta muerta». La letrada ha enseñado dos fotos del último cumpleaños de la joven de Estivella. «Ella es la víctima cero de este caso», ha expuesto. «Y su cuerpo no aparece porque este señor no lo dice. Tuvo 21 días para prepararlo todo y jamás ha contestado a las preguntas de la investigación».

Según la letrada, «la peor pena para un padre es perder a un hijo y el peor castigo, no poder enterrarlo. La versión del descuartizamiento no se sostiene. A las personas normales si se nos muere alguien avisamos al 112, no la descuartizamos».

En cuanto a Jorge «decía que estaba en el paro y manejaba buenos coches, pisos y aparatos electrónicos porque es un traficant, con dos sentencias en Italia y en España». Su modus operandi «era a traició. Y cuando ellas le decían 'no me hagas eso', él seguía haciéndolo. Es un psicópata pero discierne el bien del mal. Y hay más víctimas que no quisieron denunciar por sus circunstancias personales».

Vicente Escribano defiende a una de las supervivientes. «Ella, muy joven, con 18 años recién cumplidos, tuvo vértigo cuando denunció lo que sufrió. Tuvo la suerte de que la cara de este señor saliera en los medios y lo reconociera». Ella, «tenía una madre enferma y un padre camionero internacional. Y sólo encuentró como solución ofrecer sus servicios sexuales hasta que tuvo la mala suerte de encontrarse con Jorge». La víctima «perdió el conocimiento tras ingerir una bebida y cuando volvió en sí había tenido convulsiones».

Isabel Carricondo, del despacho de Juan Carlos Navarro y defensora de una de las víctimas supervivientes ha expuesto: «Una 'fiesta blanca' es colocar una raya sobre una plataforma o una persona y esnifar, no introducir dosis mortales de cocaína en la vagina». Y ha añadido que «era él quien llevaba la droga, no ella». «Ninguna de las mujeres quería bolas de coca en su vagina y él jugaba a la ruleta rusa con ellas. Era consciente de dónde hacía lo que hacía y con quién». La víctima que defiende la letrada «es madre de cinco hijos que alimenta sola». Las supervivientes «son ahora la voz de las que no pueden hablar». Él «solo quería drogarlas y verlas agonizar».

Candela Estévez representa al padre de Marta Calvo como acusación particular: «Vamos a demostrar que Marta sufrió su práctica sexual letal. Engañaba a sus víctimas con lo de 'fiesta blanca' porque ellas no querían morir».

Él «ya sabía de sobra que Arliene y Marcela habían fallecido antes de llegar a Marta y matarla también, sin contar al resto de víctimas». Trató a la joven de Estivella «como un desecho despojando a su familia de su ser querido». Todas sus víctimas sufrieron el ataque «a traición» y los padres de Marta «siguen buscando a su hija». Y ha concluido: «Bastará su sentido común para llegar al veredicto de culpabilidad».

María Herrera, abogada de Jorge, ha sido la última en intervenir. «Al conocerle me di cuenta de que no había cometido ningún delito. Yo confío en las muchas mujeres del jurado para que analicen con cintura si es cierta la acusación a Jorge».

Herrera ha apelado a la presunción de inocencia, «porque los hechos deben probarse sin ningún género de dudas y tenemos las herramientas de la ley y la verdad». Según ha lamentado, «nos acusan de todo, pero mi cliente no ha matado a nadie, ni ha tenido intención de matar y se enteró de que habían fallecido Arliene y Lady Marcela estando en prisión».

Y «las señoritas que estaban con él así lo querían, al igual que hacer 'fiesta blanca'», que es «introducir cocaína en los genitales y se sabe hasta la saciedad». Jorge «no tenía ni un sólo gramo de cocaína y la droga no era de él». Según la jurista pamplonesa, «no hubo agresión sexual» y con alguna «tuvo hasta tres encuentros». Todo de lo que se le acusa «es por presión». Finalmente, Herrera ha pedido al jurado que sean «justos con Jorge».

• Temas
• Drogas
• Delitos Sexuales
• Prisiones
• Ciudad de la Justicia de Valencia
• Marta Calvo Burón
• Abusos sexuales en la Comunitat Valenciana
• Homicidios y asesinatos en la Comunitat
• Agresiones en la Comunitat