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Un joven acusado de asesinar a un jubilado en Gandia se enfrenta a una pena de 22 años de cárcel

El procesado admite que sacó dinero y realizó compras con las tarjetas de crédito de la víctima, pero niega haberlo maniatado y asfixiado

J. MARTÍNEZ

Lunes, 30 de enero 2023, 17:56

Un hombre se enfrenta a 22 años de prisión en un juicio con jurado por el asesinato de Carlos Almiñana Peiró, un jubilado de ... Gandia que murió tras ser maniatado al cabezal de su cama, golpeado en la cabeza y asfixiado con una prenda en la boca.

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El crimen tuvo lugar el 17 de febrero de 2021 en el domicilio de la víctima, una vivienda de la calle Ciutat Laval de Gandia, con quien el procesado, Carlos Raúl Y. M., un joven panameño de 31 años, tenía una relación de amistad.

Según el escrito de acusación del fiscal, el encausado ató las manos y pies de Almiñana al cabezal de su cama con bridas de plástico y un cable de antena, y la víctima quedó entonces "una situación en la que no tenía posibilidad alguna de reaccionar frente a cualquier acción que se ejerciese sobre él".

Después, el acusado colocó una camiseta en la boca del jubilado "con ánimo de causar su muerte o, al menos, aceptando la posibilidad de que dicho resultado se produjera, le golpeó en la cabeza y le apretó fuertemente el cuello hasta que acabó con su vida", afirma el escrito del Ministerio Público.

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Almiñana murió por una insuficiencia cardiorrespiratoria provocada por asfixia mecánica, según la autopsia. Tras el crimen, Carlos Raúl Y. registró la vivienda en busca de objetos de valor y se apoderó de dos ordenadores, una cámara fotográfica, dos teléfonos móviles (Iphone 11 e Iphone 5), una impresora, un monitor, un reloj, un mando de televisión, una cadena de oro y dos anillos, según el fiscal.

El procesado huyó con el Citroën C4 del jubilado y le robó también tres tarjetas bancarias con las que realizó diversas compras, unos hechos delictivos por los que se enfrenta a otro procedimiento judicial.

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Tras escuchar con atención este lunes el relato del fiscal en la primera sesión del juicio, el acusado ha negado su participación en el asesinato y sólo ha admitido que utilizó la tarjetas de crédito de la víctima para sacar dinero del cajero y para realizar compras por valor de 5.000 euros.

El encausado ha contestado a todas las preguntas que le formularon el fiscal y la abogada de la acusación particular, pero sus respuestas no parecen haber desmontado la versión de la Policía ni las pruebas que le incriminan, como el hallazgo de su ADN en las bridas y el cable utilizado para atar a la víctima, así como en la camiseta que tenía en la boca.

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Aunque ha reconocido que estuvo en la casa de Almiñana el día del crimen, el acusado ha declarado que otro joven conocido con el sobrenombre de Salamanca acudió a la vivienda y él se marchó porque le incomodó la relación íntima que mantenían la víctima y este segundo varón.

Carlos Raúl Y. ha manifestado ante el jurado que el jubilado les propuso hacerles fotos mientras se masturbaban, y que él decidió marcharse porque no quería mantener relaciones sexuales con ellos. También ha afirmado que no robó ningún aparato de la casa.

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Con respecto a las tarjetas de crédito, el procesado ha señalado que las utilizó, con el consentimiento de la víctima, para cobrar los 1.500 euros que le debía, supuestamente, por las instalaciones eléctricas y otros trabajos que había realizado en la vivienda.

El fiscal ha preguntado al acusado por qué hizo búsquedas en internet sobre dónde estaban las cámaras de vídeo en los cajeros automáticos y cómo podía obtener el número pin de las tarjetas de crédito. Las respuestas con evasivas del encausado no han aclarado las cuestiones planteadas por el Ministerio Público.

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En la sesión de hoy también han declarado dos sobrinos de la víctima, quienes han manifestado que Almiñana "era una persona muy mirada con el dinero". Los dos testigos no creen el supuesto consentimiento que habría dado su tío para que el acusado utilizara una de sus tarjetas de crédito. Además, el presunto asesino ha confesado que suplantó la identidad del jubilado para obtener el número pin de una segunda tarjeta de Bankia.

 

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