Una joven ecuatoriana residente en Xàtiva es asesinada en su país

Llevaba seis años viviendo en Xàtiva y desde entonces no había vuelto a su país natal, Ecuador. Volvía para dar una sorpresa a su madre por su cumpleaños, pero fue asesinada cuando se trasladaba desde el aeropuerto hasta su pueblo natal, en la provincia de Santa Elena. Valeria Mabelly Vargas Campos viajaba con su marido y su hijo de 5 años. A su llegada al aeropuerto de Guayaquil cogieron, según informan varios medios ecuatorianos, lo que denominan un 'taxi informal' y cuando apenas llevaban diez minutos de viaje fueron interceptados por varios vehículos. Sufrieron un secuestro extorsión. Les robaron todas sus pertenencias desde dinero en metálico, las siete maletas con las que viajaban y tarjetas de crédito, para los que llegaron a amenszar con arma de fuego para obtener las claves. Posteriormente, al marido, al que golpearon, y al niño los bajaron del coche y se llevaron a Valeria.

Horas más tarde, el cadáver de la chica fue encontrada por unos trabajadores juntos a unos matorrales, quienes avisaron a la policía. En declaraciones a los medios ecuatorianos, los agentes explicaron que Valeria presentaba varias heridas de arma y un corte en el cuello.

Los hechos, que ocurrieron el pasado 8 de octubre, los corrobora a LAS PROVINCIAS una amiga de la familia que vive en Xàtiva. Desmiente rotundamente algunas informaciones publicadas sobre que quería separarse y de que hubiera antecedentes de presuntos malos tratos. «Era una pareja que se llevaba muy bien, incluso tenían previsto comprarse una vivienda en Xàtiva», explica esta amiga que prefiere no dar su nombre.

«Mi país vive un momento de convulsión, con mucha delincuencia debido a la cantidad de emigrantes que están viniendo de Venezuela y Bolivia. Los robos y asesinatos son frecuentes y a ellos, recién llegados de España, sabían que le podían robar dinero», explica esta compatriota.

También señala que la familia del marido, Jean Paul Pisco, que lleva asentada en Xàtiva desde hace mucho tiempo, está consternada y destrozada por lo sucedido y que no quieren hacer ningún tipo de declaración hasta que la vuelta de su hijo, que sigue en Ecuador.

Según explicaron a los medios locales los agentes de la policía ecuatoriana que lleva el caso, están estudiando todas las cámaras de vigilancia del aeropuerto y el trayecto hasta la zona en la que encontraron el cuerpo sin vida de Valeria, para conseguir datos sobre los vehículos y posibles culpables.