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El Juzgado de Instrucción número 18 de Valencia ha acordado prisión provisional, comunicada y sin fianza para el joven que mató a cuchilladas a su tío junto a la Finca Roja en Valencia. El hombre queda investigado en una causa abierta por un delito de homicidio, sin perjuicio de ulterior calificación, según informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.
El homicida ha declarado durante una hora ante el juez que se encontraba de guardia el día que sucedieron los trágicos hechos, pero solo ha contestado a las preguntas de su abogado.
Con la mirada perdida y arrepentido de haber cometido el crimen, José Y. G., de 29 años de edad, ha dado vagas explicaciones sobre el móvil del acuchillamiento sin relacionar los violentos hechos con la herencia familiar. También ha manifestado que tenía miedo a su tío, aunque sin precisar el motivo.
El autor del crimen, que sufre un posible trastorno disociativo, ha llorado en algunos momentos de su declaración cuando recordaba los hechos o expresaba sus sentimientos tras la vida de aislamiento que llevaba en los últimos años sin salir apenas de su domicilio. Retraído, tímido e insociable, José Y. no tenía amigos y sus trabajos como cocinero eran esporádicos debido a su extraño comportamiento.
Como ya informó LAS PROVINCIAS, el homicida sufre secuelas por el tratamiento que recibe desde hace dos meses para reducir el tumor que tiene en la cabeza. El crecimiento del bulto le había ocasionado una visión borrosa en los últimos días, y quizás podía haberle afectado también a su facultad para distinguir la realidad, según la madre del joven.
El crimen tuvo lugar poco minutos después de las cinco de la tarde del martes en la calle Albacete junto a la Finca Roja. José Y. G. mató a puñaladas a su tío, Javier G., de 64 años, tras esperarlo en la calle con un cuchillo y un hacha, armas que llevaba ocultas dentro de una mochila. Un policía local detuvo poco después al homicida con la ayuda de varios vecinos, que persiguieron al agresor a pesar de que llevaba un hacha en una de sus manos ensangrentadas.
La víctima tenía previsto entrar en un despacho de abogados para firmar un documento de cesión de bienes tras llegar a un acuerdo con su hermana y madre del homicida, quien niega que su hijo y su hermano hubieran discutido por la herencia.
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