La jueza encarcela a las cuatro personas detenidas por el asesinato de Gestalgar

La magistrada titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Llíria decretó este viernes el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de las cuatro personas detenidas por su presunta implicación en el asesinato de Alfredo Balaguer, un vecino de la Fuensanta cuyo cadáver calcinado fue encontrado el pasado 29 de junio en Gestalgar.

Los dos hombres y sus respectivas compañeras sentimentales, que a su vez son madre e hija, están acusados de los delitos de asesinato, estafa, falsedad documental y usurpación del estado civil.

Tras ser delatado por uno de los detenidos, la Policía Nacional arrestó al presunto autor material del asesinato, Luis Marcos G. T., de 51 años, y lo entregó a la Guardia Civil, cuerpo que lleva la investigación al haber aparecido el cadáver en su demarcación. Poco después, la Guardia Civil detuvo a Pilar C. E., de 52 años y pareja del hombre arrestado por la Policía, así como a la hija de esta mujer y al novio de la chica.

El crimen tuvo lugar en una vivienda de la calle Escultor Salzillo en el barrio de la Fuensanta en Valencia, donde residían la víctima y las cuatro personas arrestadas. Los agentes del Grupo de Homicidios de la Guardia Civil interrogaron a los detenidos para determinar el grado de participación en los hechos de cada uno de ellos, y también registraron la casa donde descuartizaron el cadáver.

Las detenciones se precipitaron después de que Pilar acudiera a la Policía con su hija y el novio de esta para denunciar que Luis Marcos los había amenazado y encerrado en el domicilio, aunque la Guardia Civil ya investigaba desde hace semanas a estas cuatro personas tras identificar a la víctima por el número de su prótesis, una pieza de titanio que no se quemó cuando prendieron fuego al cadáver en Gestalgar.

La víctima realquiló hace un año una habitación de la vivienda a dos de las personas detenidas, Pilar C. E., de 52 años, y su hija, y posteriormente se trasladaron a vivir al domicilio los dos varones. Días antes del crimen, una vecina escuchó una discusión en la que Pilar amenazó de muerte, presuntamente, a Alfredo. Además, la víctima fue detenida por la Policía después de que su inquilina lo denunciara por una agresión que nunca existió.

El presunto autor material del asesinato se acogió a su derecho a no declarar ante la Guardia Civil, pero su pareja lo incriminó y afirmó también que descuartizó el cadáver con una sierra en la vivienda antes de trasladarlo en el maletero de un coche a Gestalgar, donde le prendió fuego. Pilar C. también declaró que su hija y su novio, Laura M. C., de 19 años, y Alan G. C., de 23 años, no estaban en la casa cuando Luis Marco mató a Alberto a puñetazos en el comedor.

Los agentes del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil hallaron restos de sangre de la víctima en un sofá tras realizar una minuciosa inspección en su domicilio. Después del crimen, Pilar, su compañero sentimental y su hija utilizaron la tarjeta de crédito de la víctima, según las investigaciones.

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