Prisión para el hermano de Anglés y otros tres delincuentes por secuestrar y torturar a un hombre

La víctima, que declaró en el juzgado antes que los detenidos, manifestó que tres personas acudieron a su casa, días después de los hechos, y le dijeron que el secuestro lo habían cometido Joaquín Mauricio M. y los otros tres hombres encarcelados.

Los raptores, que iban encapuchados, le propinaron cadenazos en la espalda y le quemaron con las brasas de una hoguera para exigirle la entrega de una cantidad de dinero. Poco después de la declaración de la víctima, los cinco individuos comparecieron ante la jueza y negaron su participación en el secuestro, uno por uno, cuando respondieron sólo a las preguntas de sus abogados.

Los violentos hechos sucedieron el 29 de noviembre de 2021. Una venganza por una deuda relacionada con un asunto turbio parece ser el móvil del secuestro. La víctima, que también tiene antecedentes delictivos, fue introducida a la fuerza en una furgoneta por un grupo de individuos en una calle de la urbanización Colonia San Joaquín.

Un vecino llamó al 112 tras presenciar el forcejeo entre los asaltantes y el hombre secuestrado, y la Guardia Civil inició entonces un operativo de búsqueda del vehículo. Tres horas después, la mujer de la víctima llamó a la Guardia Civil. Estaba muy preocupada porque su marido no había regresado al domicilio y temía que estuviera en peligro o que hubiera sufrido un accidente.

Los captores lo dejaron desnudo y maniatado en una calle de la urbanización Los Pitufos en Paiporta tras golpearlo con una cadena, como pudieron comprobar los guardias civiles y sanitarios que le auxiliaron. Luego quemaron el coche de la víctima y vaciaron también varios extintores dentro de la furgoneta para destruir sus huellas.

El hermano de Anglés y otros de los acusados declararon que conocían a la víctima porque trapicheaba con drogas en Albal, pero afirmaron que no tenían ninguna relación de amistad con el presunto traficante. Cuando fue liberado la noche del 29 de noviembre de 2021, el hombre regresó a su domicilio y no colaboró con la Guardia Civil en la identificación de sus secuestradores por miedo a represalias.

Sin embargo, tras una ardua investigación, el Grupo de Homicidios de la Guardia Civil de Valencia detuvo el lunes al hermano de Anglés y a otros cuatro individuos, con edades comprendidas entre los 26 y 45 años, por su presunta implicación en los hechos.

Los agentes que asumieron el caso les atribuyen los delitos de detención ilegal, lesiones, pertenencia a banda organizada, daños y robo con violencia, entre otros. Los cinco presuntos miembros de la banda fueron detenidos en Albal, Alfafar y Paterna.

En 2018, la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional investigó si dos hermanos del presunto asesino de las niñas de Alcàsser habían invertido dinero de procedencia ilícita en varias empresas, pero no lograron pruebas del presunto blanqueo.  

Entre los años 2011 y 2017, el pequeño de los hermanos Anglés, Carlos M., figuraba como administrador único de cuatro empresas de prestación de servicios de hostelería, administración y contabilidad, venta y distribución de productos petrolíferos, albañilería y construcción de viviendas. El capital social de estas firmas, una de ellas con un año de antigüedad, ascendía entonces a cerca de 150.000 euros.

En julio de 2020, la Audiencia Provincial de Valencia absolvió a tres hermanos de Antonio Anglés (Carlos, Joaquín Mauricio y Roberto) y un cuarto individuo de un delito de extorsión denunciado por otro delincuente, que luego no se presentó en el juicio, al parecer, por miedo a represalias.

Sin embargo, el tribunal condenó a uno de los hermanos, Carlos M., a un año y tres meses de cárcel por un delito de tenencia ilícita de armas, así como a otros tres años y seis meses de prisión y al pago de una multa de 5.000 euros por un delito contra la salud pública. Las Fiscalía pidió penas de entre cinco y doce años de prisión para los cuatro procesados por los delitos de extorsión, lesiones, tenencia ilícita de armas y contra la salud pública.

Los hechos sucedieron el 21 de diciembre de 2017. Según el Ministerio Público, los cuatro hombres abordaron en la casa de uno de ellos en Massanassa a David R. para recriminarle el robo de 500.000 euros que Carlos M. ocultaba en un Ferrari. Cuando la víctima negó la acusación, Roberto M. le amenazó con una pistola y una jeringuilla, y Mauricio M. le intimidó con una pistola eléctrica.

Según la víctima, los individuos le propinaron patadas y puñetazos para obligarle a acompañarles a una notaría de Benetússer, donde firmó la cesión del 40% de las acciones que poseía de una gasolinera a favor de Carlos. La Policía Nacional arrestó a los cuatro hombres tras la denuncia que presentó David R., pero la Audiencia de Valencia los absolvió del delito de extorsión tras el juicio.

Dos hermanos de Anglés fallecieron el verano pasado en Valencia por sendas enfermedades tras un largo período de hospitalización y deterioro físico. Enrique y Roberto, que también se cambiaron su primer apellido hace años, murieron el 15 de julio y 15 de agosto, respectivamente.