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J. F.
Miércoles, 30 de junio 2021, 13:51
Los responsables de la organización sindical Jupol han solicitado a la Conselleria de Sanidad que dote a la Policía Nacional con varios desfibriladores para reducir el número de fallecimientos por paradas cardiacas.
En muchas ocasiones, los policías son los primeros en atender situaciones de emergencia sanitaria, antes que las ambulancias, por lo que los responsables del sindicato consideran que esta iniciativa puede ser muy efectiva para salvar vidas.
En la actualidad, la Policía Nacional cuenta en la ciudad de Valencia con tres desfibriladores, de los cuales tan sólo se encuentra operativo uno en la Jefatura Superior de Policía de Valencia por no contar con personal suficiente habilitado para su uso.
Jupol solicita a la Conselleria de Sanidad que llegue a un acuerdo de colaboración con la Jefatura Superior de Policía de Valencia para poner a su disposición los recursos necesarios para la dotación de desfibriladores en el ámbito de la Comunitat Valenciana, y también para la formación de los agentes que utilizarían el aparato.
La organización sindical propone dotar al Grupo de Atención al Ciudadano (GAC), que es un servicio policial continuo de 24 horas, de desfibriladores para llevarlos en los vehículos policiales cuando realizan servicios ordinarios. De esta forma podría usarlos en una emergencia cardíaca hasta la llegada de los servicios sanitarios.
Además, Jupol recuerda que el real decreto 365/2009 del 20 de marzo señala que «las autoridades sanitarias de las comunidades autónomas promoverán los mecanismos de coordinación oportunos con dispositivos tales como Protección Civil, Bomberos, Policía Local y otros que fuesen necesarios, para extender la instalación y uso de los desfibriladores».
Con respecto a los programas de formación para el personal no sanitario, el decreto establece que «serán organizados tanto por las comunidades autónomas como por entidades públicas o privadas debidamente autorizadas para ello».
La Policía Nacional sólo cuenta con un desfibrilador operativo en la ciudad de Alicante, mientras que los agentes de Castellón no tienen ninguno disponible, según el sindicato.
Las enfermedades cardiovasculares constituyen uno de los problemas de salud más importantes para la población. Cada año se producen en España más de 24.500 paradas cardiacas, lo que equivale a una media de una cada 20 minutos, ocasionando cuatro veces más muertes que los accidentes de tráfico, y la fibrilación ventricular es la responsable inicial de hasta un 85 por ciento de las paradas cardiacas extrahospitalarias, según Jupol.
La fibrilación ventricular consiste en un ritmo cardiaco caótico que representa entre el 75% y el 80% de las muertes súbitas de origen cardiaco y requiere de atención inmediata, ya que por cada minuto que se retrasa su tratamiento adecuado se reduce en un 10% la posibilidad de supervivencia de la persona que la padece.
El tiempo transcurrido desde que una persona sufre una parada cardíaca hasta que comienza a ser asistida es vital para aumentar las posibilidades de supervivencia, puesto que cada segundo que pasa sin intervenir sobre el paciente se ocasiona un daño neurológico cuyas secuelas pueden ser irreversibles. La persona que padece la parada cardíaca pierde la consciencia y la respiración a consecuencia del fallo cardíaco, siendo fatal el superar los ocho minutos sin recibir asistencia.
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