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Espionaje ilegal médico con un trasfondo sentimental de por medio. Es el oscuro y anómalo asunto que este martes 27 de septiembre se ha juzgado en la Audiencia Provincial de Valencia, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat (TSJCV).
Los cuatro médicos bajo sospecha son dos hombres, tres de ellos de un mismo centro de salud público de la provincia de Valencia. Según el escrito de la Fiscalía, se enfrentan a una grave acusación: la de entrar en el historial clínico de una mujer que había mantenido una relación sentimental con uno de ellos. Supuestamente también curiosearon en el historial del hijo el de la víctima, sin que ninguno de los dos perteneciera a dicho centro de salud ni hubieran prestado su consentimiento para el acceso.
Tal y como describe el Ministerio Público, los hechos sucedieron entre los años 2011 y 2014. Según sostiene la Fiscalía, los cuatro facultativos accedieron en diferentes ocasiones a los historiales médicos de la mujer y del niño a través de las aplicaciones de la Conselleria de Sanidad.
El principal sospechoso fue especialmente activo en sus 'miradas' informáticas ilegítimas. Según la acusación lo hizo hasta en once ocasiones.
Un hecho sentimental previo parece ser el eje conductor de la extraña conducta del facultativo. Según las investigaciones, y así consta en el escrito de acusación, la víctima había mantenido una relación sentimental con el principal encausado que finalizó en 2011, que es justo cuando comienza el supuesto espionaje por parte del sospechoso.
Pasaron tres años y, ya en febrero de 2014, una sentencia de un juzgado de Valencia determinó la filiación paterna no matrimonial de este acusado respecto del hijo de la víctima. Había nacido un hijo en común.
El caso se ha saldado con un acuerdo de conformidad en el que el principal encausado ha aceptado doce meses de prisión. Mientras, los otros tres médicos acusados han quedado absueltos.
El médico ha admitido los hechos con tres escuetos «sí» ante las preguntas de la jueza de la sección quinta. Además deberá pagar una multa de algo más de 1.400 euros y ha quedado inhabilitado para su puesto por un período de 27 meses.
En cuanto a la pena de prisión, su abogado ha solicitado la suspensión puesto que no tiene antecedentes penales y la Fiscalía no se ha puesto a ello. De este modo la pena de doce meses de cárcel que era suspendida y condicionada a que no cometa ningún delito en un periodo de dos años.
Según se desprende de las investigaciones, la supuesta intención del sospechoso con su conducta era obtener información sobre el hijo nacido fruto de la relación con su expareja, con la que se habría producido una ruptura previa.
LAS PROVINCIAS, al término de la audiencia con conformidad, ha tratado de consultar al facultativo condenado y a su abogado para conocer su versión de los hechos pero no ha quetido efectuar ninguna declaración. Tampoco su expareja, víctima del espionaje junto a su hijo, ha querido dar más explicaciones.
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