
Secciones
Servicios
Destacamos
Un ataque a traición y sin posibilidad de defensa. A la luz de las investigaciones policiales, así murió el ingeniero de Novelda Antonio Navarro a manos del amante de su esposa, Maje M. C.. «La víctima recibió las cuchilladas desde atrás y por sorpresa», corroboró ayer un policía nacional ante el jurado en la octava sesión del juicio por el asesinato, ocurrido en agosto de 2017 en el barrio valenciano de Patraix.
La jornada de este lunes se enmarca en la fase pericial del juicio y en ella declararon varios policías nacionales sobre cuestiones como el análisis de ropa de la víctima, el del cuchillo, los hallazgos de ADN en el lugar del homicidio y la manera en que se obtuvieron datos procedentes del ordenador o los teléfonos móviles de los implicados.
El juicio arrancó con puntualidad, a las diez de la mañana, con la presencia entre el público de los padres de la viuda y de familiares de su esposo Antonio. La primera declaración correspondió a un policía nacional que analizó la prenda que llevaba el hombre en aquel fatídico 16 de agosto de 2017 y también el cuchillo empleado en el homicidio. Tras investigar el polo que vestía la víctima cuando bajó al garaje para ir a trabajar concluyó que el ingeniero sufrió un ataque «completamente sorpresivo y desde atrás, de arriba a abajo». A traición. Su estudio se basó en la forma, tamaño y posición de las roturas en la tela, así como su relación con las muchas manchas de sangre fruto de las heridas.
El especialista de Policía Científica no apreció ninguna señal que indicara que el ingeniero se defendió de Salva. «En ese caso aparecen marcas más aleatorias y repartidas» que aquí no estaban presentes. El agente describió con detalle las características del arma empleada en el asesinato, con una longitud «de 27 centímetros y una hoja de 15,5». Según el policía, «se trata de un cuchillo común, habitual en cualquier cocina».
La recuperación del cuchillo sólo fue posible tras el arresto de Salva, después de que el asesino confeso de Antonio revelara su paradero. Se logró así algo clave en cualquier investigación criminal: el arma homicida. Pero quedaba un paso fundamental, la localización en esta pieza de restos de sangre de la víctima.
Y esta tarea no fue sencilla. Así lo expusieron en el juicio dos agentes del laboratorio de ADN de la Policía Nacional. «En principio no aparecieron restos biológicos ni en el mango ni el filo, por lo que se desmontaron ambas piezas y, finalmente, en la parte de la hoja que queda insertada en el mango se pudieron localizar», detallaron las policías.
Hubo entonces cotejo genético y ahí «ya no había duda», según las especialistas. Eran restos de sangre del ingeniero de Novelda asesinado. La ciencia ratificaba la confesión de Salva: ese era el cuchillo con el que lo mató.
Otros dos policías nacionales declararon por videoconferencia. Su papel fue tratar de mejorar la calidad de un audio correspondiente a la grabación por parte de la policía de una conversación entre los dos sospechosos. Este registro de audio lo tomó secretamente un agente de paisano en el marco de la investigación policial, el 2 de enero de 2018, durante un encuentro de Salva y Maje en una cafetería de Torrent. Se sospechaba que en esa cita podrían tratar asuntos cruciales sobre su implicación en el asesinato. Uno de los agentes reconoció que, «si bien se trató de mejorar al máximo la calidad de su escucha hay momentos imposibles de entender por culpa del ruido de fondo de clientes y de la actividad del local».
Noticia Relacionada
En la misma línea, un agente experto en informática afirmó que algunos datos procedentes de dispositivos electrónicos de los sospechosos «pudieron ser recuperados y otros, no». La defensa de Maje le preguntó por unos supuestos correos electrónicos del ordenador de Salva relevantes para el caso que éste mismo intentó extraer en presencia policial y finalmente no se encontraron. El especialista policial estimó que para este crimen el grupo analizó «cientos de miles de archivos».
El equipo de Javier Boix había solicitado que declaren otros policías en relación con la recuperación de archivos electrónicos. La defensa tenía mucho interés en este punto tras unas informaciones publicadas en prensa. «Se dio por supuesto un cambio de estado de What's App y unos correos electrónicos que finalmente no parecen existir», expuso la letrada Alicia Andújar, compañera letrada de Boix. El presidente del tribunal no aceptó la solicitud, lo que llevó a la defensa de Maje a presentar una protesta formal.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.