

Secciones
Servicios
Destacamos
Una cita en el pueblo de Manuel con un joven que acababa de conocer y el mensaje con su ubicación que Marta Calvo Burón, de 25 años, envió a su madre a través de la aplicación de WhatsApp, antes de entrar en la vivienda del hombre, son las dos pistas clave de la extraña desaparición de la joven. Un grupo de agentes de la Sección de Homicidios, Secuestros y Extorsiones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil se desplazó ayer a Valencia para reforzar la investigación.
La madre de Marta denunció la desaparición después de localizar la casa del joven que había quedado con su hija, supuestamente, en la madrugada del pasado 7 de noviembre. La mujer llegó a hablar incluso con este individuo para preguntarle dónde estaba Marta, pero el sospechoso le dijo que no conocía a ninguna joven que se llamara Marta. Angustiada porque su hija no respondía a las llamadas del móvil, la madre se desplazó hasta el lugar indicado por el mensaje que había recibido, preguntó a varios vecinos si habían visto a Marta y como no pudo localizarla en el pueblo, presentó la correspondiente denuncia.
Noticia Relacionada
La joven envió su ubicación a su madre, como una medida de seguridad ante el temor de que pudiera tener algún problema con el joven que había conocido a través de internet, y esto posibilitó que la Guardia Civil de Valencia centrara sus primeras investigaciones en Manuel, un tranquilo pueblo con cerca de 2.500 vecinos.
Marta confiaba mucho en su madre, le contaba dónde iba cuando salía de fiesta e incluso utilizaba la aplicación de WhatsApp para enviarle su ubicación y tranquilizarla si estaba preocupada o si le preguntaba dónde estaba en ese momento. «Están muy unidas», afirma un amigo de la familia.
Casi tres semanas después, la preocupación y la tristeza se ha apoderado de los familiares de la joven, que viven pendientes del teléfono. «Estamos preparados para lo peor», reconoció un pariente de Marta. Mientras la madre de la joven espera con gran angustia una pista o noticia que le devuelva la esperanza, la asociación Sosdesaparecidos difundió el sábado la foto y la descripción física de la joven para ayudar en su búsqueda.
Días después de la desaparición, la Guardia Civil realizó batidas en el municipio con perros adiestrados y un helicóptero, e incluso registraron la vivienda de la calle San Juan Bautista donde residía el hombre que quedó con Marta. El principal sospechoso de la desaparición es un individuo de tez morena, con gafas, una pequeña barba y unos 35 años de edad. Así lo describen los vecinos que se reúnen todas las tardes en el banco de una calle en la que todos se conocen. Pedro, que vive en la casa de enfrente, afirma haberlo visto una vez y cruzó un saludo de «buenas noches» con él. Vanesa solía coincidir con este hombre sobre las 7.30 horas de la mañana cuando salía de casa. «Supongo que él iría también a trabajar», dice. «Pasaba desapercibido porque estaba todo el día fuera. Sabíamos que se encontraba en casa cuando encendía el farol de la fachada», comenta la mujer.
También aparcaba su coche en la puerta, «uno estilo ranchera», añade Pedro sin poder especificar el modelo. Vivía en Manuel desde marzo en una casa alquilada. «Y no ha dado de qué hablar. Ni fiestas ni voces ni siquiera se quejaba cuando jugaban los niños en la calle», explica otra vecina. Hasta que trascendió la noticia el pasado miércoles por el amplio dispositivo policial que montó la Guardia Civil para buscar a Marta, los vecinos no se percataron de que hacía días que la luz no estaba encendida. Tampoco han visto el coche ni al inquilino en los últimos días. El precinto de la Guardia Civil y la publicidad acumulada en la puerta lo atestiguan.
«La Guardia Civil preguntó a los vecinos y comprobó quién vivía en cada casa. Vinieron muchos agentes y peinaron con perros toda la sierra y dos cuevas. También buscaron en pozos», asegura Pedro. Desde entonces, la tranquila vida del pueblo se ha visto rota por el trajín de periodistas y guardias civiles y el misterio de un vecino del que ni siquiera saben su nombre.
La madre de Marta, que está recibiendo tratamiento psicológico tras la desaparición, declinó ayer hacer manifestaciones para no entorpecer las investigaciones de la Guardia Civil y pidió a los medios de comunicación que informen con respeto y rigor para no ahondar en el sufrimiento de la familia.
🆘 DESAPARECIDA#Desaparecidos #sosdesaparecidos #Missing #España #Manuel #Valencia pic.twitter.com/aKuv2sYH4P
ALERTA DESAPARECIDO (@sosdesaparecido) November 23, 2019
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.