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Sabía que se estaba jugando la vida. Que quizá, no pudiera salir del agua que inundaba las calles de Alfafar. Pero Medhi El Khaif no podía quedarse de brazos cruzados mientras observaba cómo su vecino, Enrique García, se ahogaba. Sólo había dos opciones: «O lo ... salvaba o me moría yo también».
Así que decidió arriesgarlo todo para lograr salvar una vida. Fue aquel fatídico 29 de octubre. Medhi iba a comprar la cena a su casa, pero la gran tromba de agua le impidió regresar a su casa. «Se reventaron las persianas de los bajos cercanos y comenzaron a salir electrodomésticos, que se los llevaba la corriente junto a los coches. La situación fue empeorando. A mí, que mido 1,77 metros, el agua me llegaba a la barbilla y el señor Enrique estaba casi flotando», cuenta José Ricardo Rodríguez, uno de los testigos.
En aquel espacio entre las máquinas expendedoras también se encontraban Enrique, Laura y otro vecino de la zona que lamentablemente falleció por la inundación. Al comenzar a subir el nivel del agua, Mehdi, Laura y José Ricardo valoraron que había que arriesgarse para nadar hasta una caja metálica adosada a un pilar, que tenía una altura de 1,70 metros y menos de un metro de ancho. Lograron subir, pero Enrique y el otro hombre se quedaron en el vending. Enrique trató de llegar a la caja, pero la corriente se lo llevaba, así que se aferró a un pilar a no muchos metros de donde estaban los tres.
En cuestión de 10 minutos, el agua ya les llegaba a la altura de los tobillos. Medhi se quitó la sudadera y se lanzó al agua. «Se jugó la vida, yo creía que se ahogaban los dos. Fue una acción heroica porque Enrique no se hubiera salvado sino lo rescata Medhi», afirma sin ninguna duda Laura. El rescatador logró arrastrar a Enrique unos metros hacia la caja y las personas que estaban allí les acercaron un palo para ayudarles a subir. El chico presentó síntomas de hipotermia.
No es la primera vez que Medhi está a punto de perder la vida. Primero, en la ruta migratoria. Llegó en avión hasta Turquía, intentó entrar por tierra a Bulgaria, pero fue encarcelado y expulsado en 5 ocasiones. A la sexta logró su objetivo y cruzó por Serbia, Croacia, Eslovenia, Italia, Suiza y Francia hasta llegar a España. No sólo padeció las penalidades materiales de un viaje sin medios económicos, sino que corrió riesgo su integridad física en varias ocasiones por las condiciones en que tienen que desplazarse quienes deben esconderse de las fuerzas de seguridad de todos los países que atraviesa.
Esta vez no se lo pensó dos veces antes de ponerse en riesgo si eso significaba poder salvar a Enrique. Desde la asociación «Valencia Acull» solicitan que se regularice la situación de Medhi, de origen marroquí, en España, por circunstancias excepcionales, como se contempla en la Ley de Extranjería.
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