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IVÁN GÓMEZ
Valencia
Jueves, 22 de agosto 2019, 14:43
Agentes de la Policía Nacional detuvieron sobre las doce y media de la noche de ayer a un menor de 16 años de edad por, al parecer, deslumbrar con un puntero láser a tres aviones mientras realizaban las maniobras de aterrizaje en el aeropuerto de Manises.
Los hechos se produjeron durante la noche del lunes, cuando los agentes que realizaban labores de prevención fueron alertados para dirigirse a la zona de la avenida del Cid, donde al parecer varias personas estaban apuntando a los aviones mientras aterrizaban, lo que supone un grave riesgo para los pilotos durante la maniobra, que requiere de extrema precisión y concentración. Las gestiones realizadas por los agentes averiguaron que hasta tres aviones habían sido deslumbrados «con un puntero láser de color verde». Mientras la policía realizaba un batido por la zona, el comandante de otro avión comunicó que había localizado la azotea del edificio desde la que se estaba efectuando esta peligrosa práctica.
Tras localizar el edificio, los agentes accedieron a la parte alta y descubrieron a un joven que estaba solo. Llevaba un puntero láser de 16 centímetros asomando por el bolsillo delantero derecho de su pantalón. El chaval reconoció ser el autor de los deslumbramientos y fue detenido. Una vez oído en exploración, fue puesto en libertad y entregado a sus padres.
Esta temeraria gamberrada es más que habitual en el aeropuerto de Manises. En los últimos años, los pilotos alertaron a torre de control de que estaban siendo deslumbrados durante la maniobra de aterrizaje en más de un centenar de ocasiones y rara vez se consigue dar con los autores.
La técnica empleada es siempre la misma. Los autores se sitúan en zonas con altura, como azoteas, y se entretienen apuntando a los aviones mientras descienden hacia la pista. En verano de 2015, un piloto de una aerolínea española denunció que durante el aterrizaje una luz verde entró en su cabina hasta tres veces e interrumpió su concentración durante varios segundos. Los aparatos de navegación de la aeronave localizaron el puntero en Ribarroja, pero no se pudo arrestar al infractor.
Pocos meses antes, se habían producido otros dos casos similares, ambos en la localidad de Quart de Poblet. Un puntero láser activado desde citado municipio causó problemas en el descenso de un avión de la compañía Air Nostrum. El piloto denunció los hechos y afirmó que pudo aterrizar con normalidad «por suerte». Otro delincuente casi provoca una tragedia en un vuelo de la compañía Portugalia. El piloto declaró que tuvo «molestias» para aterrizar la nave por los continuos deslumbramientos que sufrió y no se logró atrapar al autor.
El castigo que se impone en España para esta inconsciente y peligrosa práctica no va más allá de una sanción administrativa. En Estados Unidos, sin embargo, los deslumbramientos con punteros láser se castigan con hasta cinco años de prisión. Aquí se consideran una infracción contra la Ley Penal de Navegación Aérea.
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