Una imagen de las tareas de salvamento. Spanish sea rescue service/dpa/EP

Incendio en el 'Tenacia': «Es un milagro que no hayamos muerto achicharrados en el barco»

Iván Ros, pasajero del buque, narra el terror que sufrieron cuando comenzaron las llamas

Lunes, 8 de julio 2024, 19:37

Iván Ros es una de las 411 personas que viajaban a bordo del buque 'Tenacia' en el que se incendió una de las salas de máquinas. En su mente está grabada la hora exacta en la que comenzaron las llamas. Eran las 2.18 de la mañana. «Llamaron al equipo para que subiera al puente. Todavía recuerdo el miedo que sentí cuando dijeron que no se trataba de un simulacro», cuenta Iván.

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El hombre viajaba solo. Iba a llevarle su moto a su primo desde Valencia a Palma de Mallorca ya que llevaba un tiempo en la ciudad valenciana por motivos laborales. «Pensé en darme un paseo en barco, nunca me imaginé esto», narra el afectado.

Todos los pasajeros subieron a la cubierta. El pánico y la incertidumbre se apoderó de ellos mientras los miembros de la tripulación les acercaban los chalecos salvavidas. En un primer momento estaba previsto que remolcaran el buque 'Tenacia' y los llevara a su destino. Pero no ha sido así. «Todos nos hemos quedado de piedra cuando nos han dicho que teníamos que evacuar el barco», desvela.

Se han trasladado 225 pasajeros al barco de MSC 'Arica' y 127 al 'Bridge'. Según ha informado Capitanía Marítima de Valencia de la dirección General de Marina Mercante, los afectados llegarán esta misma tarde llegarán a Valencia. Otras 27 personas han sido trasladadas en un navío de Salvamar. Además, en el buque incendiado 'Tenacia' de GNV permanecerán 31 miembros de la tripulación y seis miembros de bomberos.

Llegan a Valencia los pasajeros del barco incendiado. Adolfo Benetó García
Adolfo Benetó García
Adolfo Benetó García
Adolfo Benetó García
Adolfo Benetó García

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El afectado ha sido el último en abandonar el barco. Padece problemas del corazón y lleva colocado un dispositivo desfibrilador en el pecho. Por ello, los responsables han decidido que no era prudente que bajara por el tobogán para desembarcar como lo han hecho el resto de pasajeros y lo han recogido en helicóptero, que lo ha llevado al aeropuerto de Reus. Cuando el resto han desembarcado en otros barcos ha llegado a por él el helicóptero para llevarlo a coger su avión en dirección a Valencia. Él tenía que coger un vuelo a Ibiza nada más llegar a Palma de Mallorca para recoger a su hijo. No ha sido posible.

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Desde el aeropuerto esperando al avión que le lleve a Valencia para poder contarle a sus familiares la odisea que ha sufrido, el hombre asume: «Es un milagro que no hayamos muerto achicharrados en el barco». El billete le había costado 80 euros incluyendo el transporte de la moto de su primo y el camarote.

Aún con el susto en el cuerpo, todavía no se ha planteado el reclamar a la compañía para que le hagan el reintegro del pasaje. «Lo único en lo que pienso es en la suerte que tenemos de estar vivos y de que no haya pasado una desgracia», cuenta. Iván también ha querido poner en valor el trabajo de la tripulación. «Han llevado el accidente de una manera impresionante. Había gente que se enfadaba con ellos pero no tienen la culpa. Ellos también tienen familia. El capitán tiene cuatro hijos», revela.

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Uno de los barcos que ha trasladado a los pasajeros del 'Tenacia' al puerto de Valencia. Adolfo Benetó

La situación tan traumática que han atravesado ha hecho que las personas que viajaban a bordo del buque 'Tenacia' se unieran para poder controlar los nervios. Sin embargo, según narra el afectado, ya había pasajeros que amenazaban con pedir responsabilidades por el accidente y a solicitar que se les indemnizara.

Iván toma aliento. Pensó que moriría en aquella naviera hace escasas horas. Ahora lo único que está en su mente es tranquilizar a sus familiares. Volver con ellos aunque sea para abrazarlos durante la noche y regresar a Ibiza por la mañana. «Menos mal que no ha pasado nada», dice despidiéndose. Su teléfono no deja de sonar. Las incesantes llamadas de los medios de comunicación y de sus seres queridos acaparan su línea. «Creo que voy a apagarlo. Quiero descansar», comenta completamente agotado. Todavía necesita procesar la catástrofe que ha esquivado.

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