Ver 45 fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver 45 fotos
A. Checa/D. Soriano/B. Hernández
Valencia
Sábado, 24 de febrero 2024, 13:00
Las majestuosas campanadas de las 12 del mediodía del reloj histórico del Ayuntamiento han sido el pistoletazo de salida de una emoción que ha embargado a toda Valencia. A esa hora estaba convocado el minuto de silencio ante el Consistorio por las que ya son 10 personas fallecidas tras el devastador incendio de la finca de Campanar. Lágrimas, rostros de dolor, abrazos e intentos por superar lo ocurrido. El silencio por el drama ha invadido la ciudad.
No sólo ante el Ayuntamiento, sino también en la rotonda de Maestro Rodrigo que preside el que ya es un monumento a la tragedia. A los pies del edificio siniestrado, falleros de Nou Campanar (a la que pertenecían el matrimonio y sus dos hijos, entre los fallecidos) y decenas de vecino se han concentrado y guardado otro minuto de silencio. El homenaje se ha repetido en muchos casales de la ciudad.
Julián, el conserje que salvó muchas vidas en el edificio de Campanar, ha sido uno de los protagonistas junto al Consistorio, al que ha asistido, entre muchas otras autoridades, el presidente del PP nacional, Alberto Nuñez-Feijóo.
Julián, modesto y agasajado por autoridades y vecinos, ha quitado importancia a su labor: «Lo importante es el trabajo en equipo». Julián recuerda cómo «fue todo muy rápido. Rapidísimo. Entre el fuego y el humo no se podía hacer nada».
Ha añadido que ha sido «muy duro ver todo esto. Subí y ayudé todo lo que pude. Luego ya se formó muchísimo humo y me pidieron que me quedara en el patio y que si necesitaban algo de mí, me avisarían. Fue cuando »la cosa se puso peor, ya que caían las panchas ardiendo« y, entonces, pasó »miedo«. Luego me refugié en en un rincón de una tienda y pasé mucho miedo y crucé la calle«.
La propia delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, ha asegurado que Julián fue una persona «clave», con una labor de de filiación y de buscar puerta por puerta a todos los residentes que estaban en el edificio o que no estaban.
Sobre el futuro del conserje, ha asegurado que no lo sabe, pero que por el momento le han dicho que está «de vacaciones». Ha dicho que ahora eso no le preocupa y que tendrá que «hablar con ellos».
El portero ha recordado como su vida estaba ligada desde 2009 a la finca ahora reducida a una mole de cemento. «Me salió innato subir toda la finca y bajar avisando a todas las puertas». Subió por una escalera paralela y bajó hasta que se topó con un muro: «El humo y el fuego ya no me dejó avanzar más». Se siente abrumado por las muestras de apoyo. «Las familias no dejan de darme las gracias».
En el minuto de silencio son muchas las autoridades, valencianos y turistas que se han sumado a esta muestra de dolor. Así, por ejemplo, Gemma Arjona y Eduard M. han explicado que viven en Cataluña «pero hace meses que reservamos el viaje para conocer Valencia y, lógicamente tras conocer la tragedia, nos hemos querido sumar al minuto de silencio». Gemma ha añadido que es arquitecta «y con estos sucesos ves las responsabilidad que conlleva».
También han estado presentes Rosa María Santamaría y Javier Nieto. «Lo han perdido todo, se han quedado sin nada qué menos que venir a mostrar nuestro apoyo a las familias».
Otra vecina de Valencia, Carmen Ferrer, ha añadido que no podía faltar «porque hay que solidarizarse con las víctimas». Y ha explicado que Valencia «puede ser muy ruidosa cuando hay fiesta, pero es respetuosa y silenciosa cuando hay sucesos y nos sumamos a su dolor, que es el nuestro».
Antes se celebró el pleno extraordinario del Ayuntamiento de Valencia, donde se ha aprobado una moción suscrita por la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, y por los portavoces de los grupos municipales, para manifestar el pésame de la Corporación por el trágico suceso donde ha habido víctimas mortales, heridos y además muchas familias han perdido sus viviendas. También se ha dado cuenta, asimismo, de la resolución de la alcaldía sobre declaración de luto oficial durante tres días en la ciudad de Valencia.
La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha asegurado que no hay palabras «para describir el dolor que siente esta ciudad» por el incendio de Campanar y ha subrayado que «todos los valencianos», junto a distintas instituciones y entidades, «se han unido a ese dolor» con el acto de «respeto» celebrado ante el consistorio.
El segundo teniente de alcalde y portavoz de Vox, el edil Juanma Badenas, tras el minuto de silencio ha comentado que van a «estar muy pendientes de los afectados no sólo unas semanas, sino meses y años. Y vamos a ser pesados para asegurarnos que se cubren sus necesidades. Seremos nosotros los que llamaremos, no al revés».
Ha añadido que no «se trata de que ahora les demos las condolencias o que estemos apoyándoles, para ellos esto solamente es el comienzo de una época complicada y tienen que saber que las instituciones estamos para apoyarles».
Por su parte, la ministra gandiense Diana Morant, que ha participado en el minuto de silencio, ha trasladado a los afectados el «más profundo pesar, empatía, dolor compartido» del Gobierno y de «todos los españoles» ante una «catástrofe» con «una magnitud sin precedentes» en España.
Morant ha insistido en que el Gobierno seguirá «colaborando con el Ayuntamiento y la Generalitat», a la vez que ha señalado que se movilizarán «todos los recursos» para que la identificación de los fallecidos «se pueda hacer técnicamente lo más ágil posible» y que «no se alargue la angustia» de los familiares.
«Estamos trabajando todas las administraciones para atender esta emergencia y lo vamos a seguir haciendo para atender a las víctimas. Es un deber nuestro».
Desde la oposición, el edil y exalcalde Joan Ribó ha lamentado las «pérdidas» de los afectados por el fuego y ha dicho que se tendrá que «hacer lo imposible» para que esto no vuelva a pasar«.
Por su lado, la portavoz de esta formación, Papi Robles, ha agradecido «profundamente» la labor de los servicios públicos: «Hemos visto cómo han estado a pleno rendimiento y cómo estaban los bomberos, toda la acción que han desarrollado, así como la Policía Local y los servicios de emergencia».
La portavoz del PSPV, Sandra Gómez, ha manifestado que este sábado es «un día de dolor y de duelo compartido por la ciudad» y ha destacado que en el minuto de silencio «se ha unido la sociedad para demostrar su cariño y acompañar a las víctimas».
También ha trasladado su agradecimiento a los efectivos de bomberos, «especialmente a los que han vivido momentos muy duros que van más allá de la implicación profesional». «Hoy es un día para agradecérselo y reconocérselo, no son días de decir nada más que transmitir cariño a las familias afectadas y a quienes han perdido a alguien», ha añadido.
En el epicentro de la tragedia, con la vista puesta en el esqueleto ya desnudo de la finca siniestrada, más de un centenar de personas han acudido al minuto de silencio convocado por las comisiones falleras de Campanar y Benicalap. Rostros todavía incrédulos. Ojos llenos de lágrimas. Personas que todavía no tienen fuerzas para pronunciarse sobre cómo les ha afectado la tragedia.
«Tenemos amigos que vivían aquí. Es horrible. No puedo ni mirar la finca», lamenta José Belenguer, fallero de la falla Escultor García Masco. El hombre echa un rápido vistazo al lugar del desastre y vuelve a girarse de espaldas, mirando a su comisión. Cerca de 13 Fallas han acudido a mostrar su apoyo a los afectados, dejando por un momento sus casales llenos de ropa y comida que la gente ha ido trayendo.
«Germanor» es la palabra que repite Marilin. «Es la unidad del sentimiento fallero. La voluntad de ayudarnos entre nosotros». La mujer de avanzada edad no puede contener las lágrimas mientras observa el edificio calcinado. Ella pertenece a la falla Hernández Lázaro. Su hijo es el presidente. Contiene el aliento antes de hablar. «Las fallas de la zona siempre hemos estado unidas, pero esto nos ha reforzado», dice. Saca un pañuelo de su bolsillo para secarse las lágrimas.
Una rosa blanca está atada en una de las farolas. El lugar se ha convertido ya en un punto negro de la ciudad. La gente acude al minuto de silencio impactada. Leticia Ribelles observa cada día la imagen desde su ventana. Vio en primera persona cómo las llamas devoraban el edificio en cuestión de instantes.
Sus grandes ojos azules están pendientes del edificio. No desplaza la mirada. «Parecía una película de terror. Conozco personas que vivían ahí y no me puedo ni imaginar cómo van a rehacer sus vidas», dice la mujer entre sollozos.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.