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J. A. Marrahí / B. Cruañes
Miércoles, 25 de mayo 2022, 16:38
El dolor y la desesperación se apoderaron el pasado martes de los vecinos de la plaza Regino Mas. La tragedia se desató en el interior de la séptima planta de un edificio cuando un incendio invadió la vivienda en la que se encontraban una niña de nueve años y su abuelo.
Eduardo, el vecino de enfrente cuenta a LAS PROVINCIAS que se percató de la emergencia cuando escuchó unos gritos que procedían del rellano. «Al principio pensé que las niñas estaban jugando fuera de casa», aclara. Pero pronto se dio cuenta de que aquellos chillidos eran más bien de auxilio. Cuando abrió la puerta del recibidor, el hombre se encontró de pleno con las llamas. «Salía fuego y humo de la vivienda», afirma el vecino.
La primera reacción de Eduardo fue intentar ayudar a la familia en apuros y decidió entrar con una sábana mojada para sofocar las llamas. Sin embargo, se vio obligado a desistir poco después dado que la fortaleza de las llamaradas y la temperatura extrema a la que se encontraba el rellano anularon toda posibilidad de permanecer en el lugar. «Intenté echar una mano pero acabé abandonando el edificio», atestigua.
La magnitud del incendio fue tal que el humo llegó a afectar a las plantas superiores. Una de las vecinas que se encontraba en el décimo piso se dio cuenta de que su casa se estaba llenando de hollín y avisó a su hija. «Empecé a oler a quemado y cuando me asomé por la ventana vi todo el humo saliendo hacia arriba. Daba miedo verlo«, asegura.
A pesar de las circunstancias, el abuelo trató de rescatar a su nieta que se hallaba atrapada en su habitación, pero el hombre de 63 años acabó intoxicado por el humo. Finalmente, los bomberos llegaron y rescataron a la niña, que sufrió una parada cardiorrespiratoria y fue trasladada al Hospital La Fe, donde confirmaron su fallecimiento este miércoles. El abuelo continúa ingresado.
A pesar de la rapidez de llegada de los bomberos el fuego ya había alcanzado un estado muy virulento. «El incendio terminó rompiendo por fachada y amenazando con pasar a otra vivienda. La gran carga térmica que había nos obligó a atacar el fuego desde el exterior. Una vez bajaron las temperaturas, entramos a rescatar a los afectad e inspeccionamos las escaleras», afirman desde la portavocía.
Manuel, el vecino que vive debajo, afirma a LAS PROVINCIAS que se encontraba trabajando cuando le comunicaron el incendio y acudió inmediatamente a comprobar el estado de su vivienda. Afortunadamente, las viviendas no han sufrido daños severos en el interior, pero el rellano del séptimo piso ha quedado devastado por el humo.
A falta de esclarecer las causas del incendio existen indicios de que el fuego «pudo comenzar en la cocina», aunque no se sabe si por un cortocircuito o por un descuido. La casa incendiada, que ha quedado totalmente destruida, pertenecía a los abuelos maternos que se encargaban de la patria potestad de la niña y de su hermana. En el momento en el que se desencadenó el incendio sólo se encontraban en su interior el hombre y su nieta, ya que la abuela estaba trabajando y la hermana estaba de excursión.
Durante el incendio actuaron tres parques de bomberos: Parque Sud, Oeste y Campanar con un total de 21 operativos para extinguir el fuego. Además, se emplearon dos BUP (Bomba Urbana Pesada), una autoescalera, una ambulancia y vehículos ligeros.
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