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La Guardia Civil ha arrestado a ocho personas, seis hombres y dos mujeres, acusadas de retener a un hombre para desvalijar su cuenta bancaria en Torrevieja. A los detenidos en la operación, bautizada como 'Farwest', se les imputa delitos de robo con violencia e intimidación, detención ilegal y pertenencia a organización criminal.
La investigación se inició en diciembre, cuando el servicio de seguridad privada de una urbanización de Torrepacheco (Murcia) alertó a la Guardia Civil tras haber impedido el paso a un vehículo todoterreno que había sido sustraído a uno de los vecinos. Allí arrestaron a los tres ocupantes acusados del robo.
Pero cuando llegaron los agentes descubrieron que había mucho más que el simple caso de sustracción. Cuando contactaron con el propietario del vehículo, denunció que había sido engañado por los detenidos y, posteriormente, retenido durante horas para obligarle a sacar dinero y robarle además efectos personales.
Su infierno comenzó cuando la víctima se encontraba en un local de ocio de Torrevieja, donde mantuvo una discusión con un conocido. Como el ruido en el establecimiento no les permitía entenderse salieron al exterior. Sorpresivamente, fue abordado por dos individuos con los que forcejeó hasta que el personal de seguridad del local intervino.
La víctima decidió marcharse. Pero en ese momento, tres jóvenes que habían visto la agresión se ofrecieron a acompañarlo en su coche y guiarlo para que pudiera salir de la zona. Sin embargo, era una trampa. Lo condujeron hasta un descampado sin escapatoria donde le indicaron que apagase el motor.
A los pocos minutos llegó un coche en el que viajaba la persona con la que había discutido en el local y otros tres esbirros. Una de ellas, el 'matón' del grupo, le golpeó en el pecho y en el costado exigiéndole las contraseñas de su banca online, con las que pudo realizar varias transferencias.
A continuación, sus siete asaltantes lo obligaron a subir a su coche y a recorrer durante más de tres horas varios cajeros y salones de juego de la Vega Baja alicantina hasta apoderarse de más de 9.000 euros. Además, los agresores acudieron a un salón de juegos cercano para hacer pagos con la tarjeta de la víctima y obtener dinero en efectivo. Para ello contaron con la complicidad de una de las responsables, quien llamó a una empleada que desconocía la situación para que entregase el dinero.
Finalmente, el supuesto líder ordenó a los tres jóvenes que habían acompañado a la víctima hasta el descampado que lo llevasen hasta su domicilio, en Torrepacheco, para continuar desvalijándolo y sustraerle el coche.
La víctima, a los mandos de su propio coche, entró en la urbanización donde reside mientras sus acompañantes lo amenazaban para que no diera señal alguna a los vigilantes de seguridad del control de acceso. Una vez en su domicilio, lo golpearon y amenazaron hasta que les indicó donde guardaba varios objetos valiosos. Después lo obligaron a subir de nuevo al coche para salir sin levantar sospechas por el acceso vigilado de la urbanización.
Cuando rebasaron el puesto de control y se alejaron unos metros de la entrada principal, los agresores le ordenaron que se bajara y continuaron la marcha. Sin embargo, la llave del coche, de tipo 'contactless', quedó en el bolsillo de la víctima y dedujo que los asaltantes no podrían ir muy lejos sin ella. Por ello, tras bajar del vehículo corrió a refugiarse en la garita del personal de seguridad, donde les pudo alertar de lo que estaba ocurriendo.
Cuando la centralita del vehículo avisó de que faltaba la llave, los asaltantes repararon en el error y dieron la vuelta para entrar de nuevo a la urbanización y buscar a la víctima, pues no tenían otro medio de huida. Pero el servicio de seguridad privada ya había alertado a la Guardia Civil y pudo cerrarles el paso mientras llegaba la patrulla. Los detenidos y las diligencias han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de San Javier, en Murcia.
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