Urgente Un incendio en un bingo desata la alarma en el centro de Valencia
Flores, juguetes, peluches y velas en el altar improvisado cerca del edificio. Jesús Signes

La odisea de afrontar la vuelta a la rutina

Las familias con hijos y las personas mayores empiezan hoy a trasladarse a las viviendas de Zafranar

Lunes, 26 de febrero 2024, 00:24

Los próximos días serán claves para pulsar la capacidad de dar respuestas efectivas a los damnificados por el incendio de Campanar. Por ética y por imperiosa necesidad. Empieza la semana y vuelve una rutina -escolar, laboral y personal- que alrededor de 400 personas deben afrontar partiendo de cero tras perderlo todo entre las llamas. No será fácil intentar recuperar una relativa normalidad mientras atraviesan la fase de duelo, de toma de conciencia tras el shock inicial. Por eso será fundamental el apoyo emocional. Y también el material.

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Por ejemplo, hoy se empezarán a ocupar los pisos sociales del barrio de Zafranar que el Ayuntamiento ha puesto a disposición de los afectados, y este mismo lunes se concretarán las ayudas anunciadas por el Consell así como nuevas líneas de carácter municipal.

Tal y como explicó ayer la alcaldesa María José Catalá en declaraciones a Antena 3, los primeros en llegar serán las familias con niños pequeños y las personas mayores. «Ha sido un proceso muy rápido y tenemos que agradecer la labor de las empresas que se han encargado de su puesta a punto. Queremos que se encuentren con un lugar cómodo y habitable», añadió. También desveló que la Corporación quiere poner en valor el papel que jugó Julián, el portero de la finca, que fue clave en la evacuación de los residentes. «Es uno de nuestros héroes y le reconoceremos como se merece», concluyó.

Por la mañana la alcaldesa visitó la oficina de atención permanente a los afectados habilitada en Tabacalera, que funciona como ventanilla única para centralizar sus peticiones y las ayudas que se vayan poniendo a su disposición. Tanto las municipales -está previsto que hoy se concreten nuevas medidas- como las anunciadas por el Consell, que se aprobarán en las próximas horas a través de un decreto.

Según anunció Carlos Mazón, se trata de subvenciones directas de entre 6.000 y 10.000 euros según los miembros de la unidad familiar para gastos de primera necesidad, o de 1.500 al mes para aquellos que opten por el alquiler de una vivienda. También se prevén facilidades en caso de optar por una compra.

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Durante la jornada de ayer se trabajó con especial intensidad en la vuelta de los menores a sus centros educativos, teniendo en cuenta que los equipos de psicólogos que han atendido a las familias aconsejan que acudan a clase como una manera de avanzar hacia la normalidad.

En esta 'operación retorno' ha jugado un papel fundamental la solidaridad ciudadana, de los propios centros y del Ayuntamiento en relación a la donación de material fungible, mochilas y libros de texto. También se les ha ofrecido la posibilidad de articular algún sistema de transporte escolar, aunque la mayoría de padres lo han declinado pues los trasladarán con sus propios medios o con la ayuda de familiares.

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En ese sentido, cabe recordar que el paquete de ayudas del Consell incluye una serie de medidas de carácter social, como facilitar la reubicación de escolares en centros distintos, más próximos a las nuevas residencias.

Que la concreción de las ayudas es fundamental queda patente con el testimonio de José Luis, uno de los propietarios afectados. «Cada uno tiene su póliza y la cláusula de inhabitabilidad -de las que se percibirán diferentes importes-, pero aunque vayamos a un piso proporcionado por el Ayuntamiento necesitamos dinero para comprar por ejemplo ropa, para salir del paso. Ahora no tenemos nada», explicaba ayer. «Ahora estamos en el hotel, pero es una solución temporal. De aquí a que tengamos un pago pueden pasar meses o años, y lo estamos pasando muy mal. Agradecemos la solidaridad, pero vemos muchas promesas aunque sin materializar», lamentó.

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En este sentido, la aseguradora Mapfre ha anunciado que se agilizarán los trámites para permitir el pago inmediato de los importes correspondientes al contenido de las casas, así como los 12.000 euros por la cobertura de inhabitabilidad. En una línea similar se ha pronunciado Generali, que ofrecerá el anticipo inmediato de los abonos para hacer frente a las primeras necesidades de sus clientes. Por otro lado, CaixaBank y BBVA han anunciado líneas de financiación especiales para aquellas familias que las puedan necesitar.

La reconstrucción también pasa por la necesaria reparación, como la exigencia de responsabilidades, las valoraciones y las peticiones de indemnizaciones. Para ello se ha constituido una asociación de afectados cuya pertenencia está abierta a todos, sin distinciones entre propietarios e inquilinos, tal y como explicó ayer la comunidad a través de un comunicado. El escrito vinculó la supuesta exclusión de las personas que ocupaban las viviendas en régimen de alquiler con un malentendido derivado de que en la reunión de la junta del pasado sábado sólo podían estar presentes los propietarios.

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Unidad y valoración

«En la asociación de afectados por el incendio hay cabida para todos, inquilinos y propietarios, si se considera que los intereses no son contrapuestos», decía el escrito. «En estos momentos tan inciertos y terribles la unión es primordial», se añadió.

Por otro lado, los vecinos estudian encargar un peritaje de parte, diferente al que plantee la aseguradora del inmueble, para evaluar los daños de la finca generados por el incendio. Según informa la Cadena Cope, el valor del edificio se eleva a 26,5 millones de euros, como recoge la póliza del seguro contratado.

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La valoración es fundamental a la hora de tomar decisiones como una hipotética reconstrucción, la reclamación de indemnizaciones o, incluso, para la declaración de ruina y la extinción de la comunidad, que llegaría en caso de que la rehabilitación superara el 50% del valor. Aunque la cuestión se trató en la citada reunión la decisión ni es definitiva ni unánime, pues hubo residentes que se mostraron en contra, hasta el punto de anunciar su impugnación si va hacia adelante por no estar de acuerdo con las condiciones, tal y como informaron fuentes de los afectados.

Durante la jornada algunos residentes pudieron recuperar bienes que no fueron pasto de las llamas. Básicamente cajas fuertes, para lo que era necesario identificarse ante los bomberos y facilitar la ubicación del piso para que estos pudieran localizarlo.

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Además, los usuarios del parking subterráneo continuaron retirando vehículos. Cabe recordar que el incendió se paró en el entresuelo, sin terminar de construir y sin materiales que facilitaran la propagación, de ahí que no llegara ni a los bajos ni a las plantas subterráneas. El sábado también se retiraron los vehículos ubicados en la primera planta del sótano, que está gestionada por un concesionario que trabaja con marcas de lujo.

Identificaciones

En cuanto a las diez víctimas mortales, sus restos todavía tardarán unos días en ser entregados a sus seres queridos para su inhumación. El TSJCV informó ayer de que se está a la espera de los resultados de los análisis de ADN, y en algunos casos de los estudios antropológicos «a fin de garantizar la plena identificación como paso previo e imprescindible para autorizar la entrega a los familiares». La autoridad judicial sólo puede hacerlo, así como expedir las licencias de enterramiento, «tras el resultado de los perfiles genéticos de las muestras remitidas a los laboratorios».

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De manera paralela, durante el domingo continuaron los actos de recuerdo y apoyo a los afectados. Como el altar improvisado que se ha ido construyendo cerca del vallado perimetral que rodea el edificio. Comenzó con una rosa blanca atada a una farola, aunque los vecinos han ido añadiendo flores, peluches, zapatos de bebé y juguetes.

Cerca, en la plaza de la Iglesia, las asociaciones de Campanar convocaron un minuto de silencio, congregando a cerca de trescientas personas. Pep Benlloch, el presidente de la asociación de vecinos, señaló que el objetivo de la convocatoria era promover «un homenaje cercano». La entidad ha estado varios días recolectando ropa, abrigos, comida o mantas para aportar su granito de arena. Incluso se ha iniciado una recaudación de fondos para ayudar a los afectados. La asociación de jóvenes de Campanar Poble leyó un manifiesto en el que se recordaron las vidas perdidas y la ayuda prestada por el barrio.

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