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El Chevrolet parado en un carril de salida de la CV-35 en San Antonio de Benagéber. LP

La odisea de un anciano: 24 horas perdido al volante de su Chevrolet en tres localidades valencianas

Un vigilante localizó el coche en la CV-35 en San Antonio de Benagéber después de que una hija del hombre de 91 años denunciara su desaparición desde Estados Unidos

Javier Martínez

Valencia

Jueves, 6 de marzo 2025, 00:53

Que las personas mayores se desorientan es algo notorio, pero muy pocas veces un anciano de 91 años conduce un coche por la noche durante ... horas tras perderse, al no recordar el camino de vuelta a casa, y es localizado sin que sufra un accidente.

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Sucedió la semana pasada, concretamente entre las 13 horas del jueves y las 15:30 horas del viernes, el tiempo que Jaime J. P. permaneció desaparecido mientras sus tres hijos trataban de contactar con él por teléfono desde Estados Unidos, país donde residen.

La esposa del anciano, con problemas de movilidad, esperaba también en su casa en la urbanización Torre de Porta-Coeli (Serra) que su marido regresara después comprar fruta y otros productos básicos en un establecimiento de Bétera.

Tras desorientarse, el anciano llamó varias veces por teléfono a su mujer y le dijo que no encontraba la carretera para volver a su domicilio, pero no avisó al 112 ni pidió ayuda a ninguna persona. Jaime se equivocó de ruta una vez tras otra cuando intentaba regresar a casa al volante de su Chevrolet, según pudieron comprobar posteriormente policías locales de Bétera y Paterna al visionar las grabaciones de las cámaras de control de tráfico.

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El coche que conducía el anciano circulaba por una rotonda, tomaba una dirección y volvía minutos después al mismo cruce para repetir la misma maniobra o girar por otra calle en otro sentido. Las cámaras grabaron el Chevrolet varias veces en la misma rotonda de Valterna entre las 21:50 y las 22:10 del jueves, así como a las 22:23 horas en San Antonio de Benagéber.

Horas después, el anciano reapareció con su vehículo en una rotonda cercana a la estación de tren de Bétera sobre las tres de la madrugada del viernes, y volvió a circular por esta zona sobre las cuatro de la madrugada y a primera hora la mañana del mismo día.

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Según informaron fuentes policiales, Jaime estuvo conduciendo su Chevrolet gran parte de las 24 horas que estuvo perdido entre las carreteras y calles de Bétera, San Antonio de Benagéber y Paterna. Mientras el anciano intentaba llegar a su casa, policías locales de estas tres poblaciones y de Serra se coordinaron para buscar el coche de alta gama ante el temor de que Jaime sufriera un accidente de tráfico.

En el operativo de búsqueda participaron también guardias civiles del cuartel de Bétera y vigilantes de seguridad de la urbanización Torre de Porta-Coeli. Estos últimos conocen muy bien al anciano y a uno de sus hijos, por lo que fueron los primeros que dieron la voz de alarma tras recibir una llamada de Estados Unidos. Una hija de Jaime contactó con ellos para pedirles ayuda, porque su madre estaba sola en casa y su padre se había perdido al volante de un Chevrolet.

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Un vigilante y dos guardias civiles de Bétera acudieron primero al domicilio de la anciana impedida, que había sufrido una caída y tenía un golpe en la cabeza, y tras prestarle auxilio difundieron la matrícula y los datos del Chevrolet para pedir la colaboración de policías locales de otras poblaciones cercanas.

Y 26 horas después de que Jaime saliera de su casa, su odisea terminó cuando un vigilante de Levantina de Seguridad, la empresa que presta servicio en la urbanización Torre de Porta-Coeli, localizó el coche del anciano en la carretera CV-336 y lo siguió en su vehículo particular hasta la autovía CV-35, donde logró pararlo. Eran las 15:20 horas del viernes.

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El cansancio de Jaime ya afectaba a su conducción, y el Chevrolet invadía algunos segundos parte del carril paralelo con riesgo de chocar con otros coches. Sus primeras palabras tras ser auxiliado fueron: «Llévame a casa por favor». Estaba fatigado y desorientado, por lo que contestó de manera incoherente a preguntas sencillas. Pocos minutos después, dos guardias civiles de Bétera trasladaron al anciano a su domicilio y el matrimonio nonagenario se fundió en un abrazo.

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