«No olía a gas ni a quemado, sólo había polvo, pero seguro que habrá víctimas, con absoluta seguridad»

Tomás Alonso, dueño del restaurante Font Nova, muy cercano al bloque de apartamentos que se ha derrumbado en Peñíscola, relataba lo que había sucedido: «A mí me dijeron que un edificio se estaba derrumbando. Salimos corriendo. Cuando llegamos en ese instante acababa de derrumbarse. Había solo polvo, no olía a gas ni a quemado ni nada. Solo polvo», explicaba en una entrevista en La 1 de TVE.

El hostelero contó lo que pasó en los momentos posteriores al derrumbe: «Había una persona, uno fuera, intentamos entrar. La Policía vino al mismo tiempo que nosotros y evcitó que hubiera más accidente. Había cornisas aún cayendo. Lo único que se es que ha caído y seguro que habrá víctimas, con absoluta seguridad. Desgraciadamente seguro que hay gente, de hecho las ambulancias no paran de subir y bajar. Espero que sean pocos.»