«Los padres del detenido habían intentado internarlo varias veces en un centro psiquiátrico porque tenían miedo de que hiciera algo»

De hecho, los correos se enviaron poco antes de que acudiera a su cita con el psiquiatra del centro en la avenida del Testar de Paterna, lugar en el que fue detenido por la Guardia Civil. Personas cercanas a la madre afirman que los padres del arrestado sufrían mucho por su hijo, que padece esquizofrenia. Las mismas fuentes comentan que la familia se trasladó a Paterna hacía dos años desde Gandía para que su hijo pudiera encontrar un futuro: recibir tratamiento para tener a raya su enfermedad de salud mental.

Los progenitores del arrestado trataron por todos los medios que a su hijo lo ingresaran en un psiquiátrico, sin resultado, según confirman los que lo conocían. El joven detenido aseguró a los agentes que lo detuvieron este jueves por la mañana que él no había enviado los correos pero los efectivos de la Benemérita pudieron comprobar que sí que estaba metido en chats de Telegram del grupo terrorista 764.

Más de cuatro horas han estado los agentes de la Benemérita en el domicilio del arrestado efectuando el registro y haciendo la reconstrucción de los hechos para esclarecer el caso. Para ello, han trasladado al investigado de los calabozos de Comandancia a su domicilio en Paterna.

Los efectivos han incautado de la casa del encausado sus dispositivos electrónicos: ordenadores, teléfonos móviles... para hacer un volcado de los datos y ver la relación que tiene el investigado con el grupo terrorista pedófilo 764. Además, tratarán de resolver si los correos en los que se amenazaba con poner bombas en los centros escolares de las localidades de Chiva, Buñol, Cheste, Turís, Yátova y Siete Aguas fueron enviados desde alguno de sus dispositivos.

En el correo se aportaba una dirección y un teléfono móvil que eran falsos. Dicho número de la calle de la población de Turís no existía, el número que aportó, tampoco. La rápida actuación de la Guardia Civil permitió localizar y detener al principal sospechoso de las amenazas en un tiempo récord. Aun así, el joven de 24 años mantuvo en todo momento su inocencia y dijo desde el momento de su detención que no había sido él quién había mandado los emails.

Los correos electrónicos causaron el pánico en las poblaciones que podrían haberse visto afectadas por un posible ataque terrorista. Muchos responsables de varios centros educativos evacuaron a los niños por si acaso. Los padres corrieron desesperados para poner a los pequeños a salvo. En estos emails el presunto emisor decía que tenía previsto matar a "tantas personas como sea posible". Esta amenaza afectaba a un total de 27 centros educativos de estos seis municipios en los que estudian un total de 11.314 alumnos. Por temor a que los correos ofrecieran información veraz por ejemplo en la localidad de Chiva cancelaron las clases.

Al parecer, el arrestado pertenecía al grupo terrorista 764. Estas cifras representan el código postal del creador original del grupo, B. C., natural del estado de Texas. Según informaron medios estadounidenses, en 2023 fue hallado culpable de posesión de pornografía infantil y sentenciado a 80 años de prisión. Es decir, estaría relacionado con la pedofilia.

Este grupo terrorista fue investigado por emplear las redes sociales y los videojuegos para lograr atacar a menores vulnerables. Supuestamente, los integrantes de este grupo instaban a que los niños maltrataran a animales o incluso se autolesionaran y se grabaran en video. Grabaciones que presuntamente después difundían en foros de la denominada 'dark web', la parte oculta de internet a la que no se puede acceder a través de los motores de búsqueda tradicionales y que hay que descargar un buscador específico y recibir una invitación de alguien que ya tenga acceso para lograr visualizar estos contenidos.

Según publicó Telemundo Arizona, uno de los casos más recientes de personas relacionadas con este grupo terrorista es el de un joven de 20 años, de Tucson, que fue detenido el pasado 11 de diciembre. Como se expresaba la denuncia, tras conocer a sus víctimas a través de Internet, obligó a dos menores a automutilarse por él. Obligó a una niña de 13 años a grabar su nombre en todos los lugares posibles de su cuerpo, incluso en el pecho, el estómago y los muslos, y la amenazó con «filtrar» fotos de ella si no cumplía.

La Guardia Civil ahora investiga la relación que podría tener el arrestado con los integrantes de este grupo terrorista a través del volcado de los datos de sus dispositivos electrónicos.